Ocurrió de madrugada, el martes 9 de mayo. Esa noche sólo trabajaba un enfermero, que ha denunciado los hechos ante la fiscalía, y diez auxiliares. Estaban al cuidado de 343 ancianos
La hija de la anciana fallecida: «Ha sido tan gordo que han tenido que ir los bomberos»
El enfermero, Jesús Navarro, estaba cargando la medicación para las tres tomas del día siguiente en los pastilleros de los residentes, cuando recibió un audio de WhatsApp de una de las auxiliares ‘Jesús, sube a la sexta urgente’. Subió rápidamente: «Me encontré una imagen tremenda. Cecilia estaba en el suelo boca arriba. Su pierna derecha, a la altura del tobillo, estaba aprisionada de tal manera con la barra de protección de la cama, que sus huesos se habían roto y habían rasgado la piel. La pierna estaba semi-amputada. Cecilia estaba consciente pero en estado de shock. La cama y la barra habían hecho una especie de torniquete con la pierna, lo que impidió que se desangrara.»
Llamó al 061, solicitó una UVI móvil y les pidió que avisaran a los bomberos porque la pierna estaba demasiado encajada entre los hierros e iban a necesitar su ayuda. Subió de nuevo a la habitación y le puso a la paciente una vía con suero. No podía hacer más hasta que llegara la ambulancia. Llamó en varias ocasiones al Director del centro, Pablo F.Corujo, dejó incluso un mensaje en el contestador automático. No le devolvió la llamada. (A día de hoy todavía no se ha puesto en contacto con él). Optó, entonces, por llamar a la mujer del director, que también trabaja en el centro, y que tampoco contestó al teléfono (han pasado más de dos meses y el Director todavía no se ha puesto en contacto con Jesús). Como en ese momento era el trabajador con mayor rango del centro, fotografió la pierna de la residente para que quedara constancia de que lo que había ocurrido había sido por culpa del estado de la barrera de protección de la cama.
Los bomberos consiguieron liberar a la residente y la ambulancia la trasladó al Gregorio Marañón. Murió a los pocos días a causa de las heridas. Ante la desesperación por lo ocurrido, la falta de medios en el turno de noche, la falta de apoyo de los responsables y ante la posibilidad de que se culpara a alguno de sus compañeros, Jesús Navarro decidió denunciar el caso ante la Fiscalía (FECHAS) y el Defensor del Pueblo. «Denuncio porque no quiero ser cómplice de lo ocurrido, porque no está bien que un solo enfermero esté a cargo de 343 residentes y que la administración dé la callada por respuesta.»
No es la primera vez que se registra un caso como el de Cecilia en la Residencia Pública de Arganda. El enfermero Jesús Navarro también fue testigo de la muerte de otra residente que el 30 de julio de 2016 se ahorcó accidentalmente con la sujeción abdominal. En aquella ocasión el Director del centro -que no es el actual- reaccionó de inmediato y la familia estuvo informada en todo momento por lo que el caso no fue a más. Aún así Navarro recuerda que también aquella noche era el único enfermero que trabajaba.
La consejería de Políticas Sociales ha abierto una investigación interna para analizar lo ocurrido.