La llegada de julio dispara el cierre de estas camas, algo que notarán en el Hospital de Móstoles y en el Ramón y Cajal.
Si las bicicletas son para el verano, tal y como señaló Fernando Fernán Gómez, el cierre temporal de camas en los hospitales públicos también. Y es que la llegada de esta estación no viene sola: con ella comienza el goteo de centros hospitalarios que van cerrando camas durante julio, agosto y septiembre. Algo de lo que los profesionales no dudan en alertar al conocer las consecuencias: “La demanda sigue alta a lo largo de todo el año, lo que genera colapsos y retrasos en las listas de espera”.
Por el momento, con el inicio del mes de julio, ya han comenzado a salir, según denuncian las distintas plataformas, las cifras de estos cierres, como por ejemplo con en el Hospital Universitario de Móstoles, foco delicado ante el temor de la reconversión de 130 camas que alimentó el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, y que movilizó a la ciudad. La Plataforma Salvemos el Hospital Público de Móstoles, después de señalar la clausura de 29 camas, ha puesto las miradas en el ya clásico movimiento estival que protagonizan todos los hospitales.
“No compartimos esa medida y nos tememos que estos cierres sospechosamente homogéneos a lo largo de estos tres meses puedan transformarse en pérdidas definitivas pasado el verano”, sospecha la plataforma creada como respuesta al plan de reconversión que tuvo que echar para atrás –de momento- la Comunidad de Madrid. Por ahora, según han podido conocer, en julio el centro mostoleño contará con 81 camas menos; en agosto esta cifra aumentará hasta las 93 unidades; y en septiembre se mantendrá en 81.
A pesar de reconocer que “es una medida habitual en todos los hospitales públicos” cuando llega el verano, las dudas se disparan al ver la planificación del vecino Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles –de gestión privada-: “Según testimonios de los usuarios, no solo no constan cierres veraniegos sino que habitaciones individuales están pasando a ser dobles”. Por ello, el la Plataforma Salvemos el Hospital Público de Móstoles, al ver el cierre de camas en el centro 100% público y el contraste con el otro centro de la ciudad, llama a los mostoleños a que se nieguen “a ser trasladados al privatizado”.
El Ramón y Cajal, otra presa del cierre de camas
Pero, como son conscientes incluso los propios denunciantes y como se ha apreciado en años anteriores, esta cuestión se reproduce por todo el territorio madrileño (y nacional). El viaje llega ahora del Hospital Universitario de Móstoles al Hospital Universitario Ramón y Cajal. “Cada vez hay menos camas ‘disponibles’ en el hospital (860 en 2016 y 700 en junio de 2017); de ellas, cada verano cierran más para atender a una población que no ha disminuido”, reprochan desde MATS (Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de Sanidad) relatan cómo el centro vuelve a esta ‘tradición veraniega’. Momento en el que aparece una de las palabras protagonistas: los colapsos. “Es previsible que los colapsos que se produjeron el verano pasado en Urgencias vuelvan a reproducirse e incluso aumenten”.
Una apuesta que lanzan desde la organización acompañando de cifras: en la primera quincena de julio se cerrarán 82 camas y en la segunda quincena el número se disparará hasta las 175; en la primera y segunda quincena de agosto se alcanzará el récord con 294 camas menos en todo el mes (284 en 2016); y en septiembre en la primera quincena se contarán con 273 camas menos y en la segunda parte del mes con 169.
“Llama la atención que cada año aumenta el número de camas cerradas en septiembre, precisamente cuando se recobra una mayor actividad asistencial”, analizan desde MATS tras apuntar que además las suplencias de personal en verano “siguen siendo insuficientes”. Las cifras hablan: si en septiembre de 2016 se cerraron 259 camas en la primera quincena, en este 2017 el Hospital Ramón y Cajal clausurará temporalmente 273; mientras que en la segunda quincena del año pasado el número se situó en 144, para este noveno mes se estima que habrá 169 unidades menos.
Por el momento, ambas plataformas centran la atención en que en los dos centros hospitalarios la sombra de la privatización sobrevuela. “¿Será para intensificar las derivaciones a la sanidad privada?”, se pregunta MATS. “Recordemos que toda esta estrategia responde a la política de precarización del hospital público de Móstoles frente al de gestión privada”, completa la Plataforma Salvemos el Hospital Público de Móstoles.