Theresa May negó salarios justos a las enfermeras, argumentando que el dinero no caía de los árboles. Luego desembolsó grandes sumas de dinero para Irlanda del Norte y el Palacio de Buckingham
«Es hora de ponerle fin al timo de la austeridad», denuncia el autor
Owen Jones
Mientras las enfermeras tienen que recurrir a comedores de caridad en una de las sociedades más ricas del mundo, los conservadores le han casi duplicado los ingresos a la Reina. Vivimos en un país donde no se puede proveer de viviendas seguras, cómodas y accesibles a millones de ciudadanos, pero los conservadores de pronto encuentran decenas de millones más cada año para reformar el Palacio de Buckingham. O sea que hay un árbol mágico del dinero para los palacios, pero no para la gente.
El coste del desastroso fracaso de los conservadores será mucho más de mil millones de euros, claro está. Como asegura Nick Macpherson, exmiembro del departamento del Tesoro, esto es sólo «el primer pago. El Partido Unionista Democrático volverá a por más, una y otra vez», y ninguno de los dos es de fiar con el dinero público, teniendo en cuenta que ya han derrochado casi 500 millones en un programa energético que ha fallado.
¿Pero sabéis qué? El dinero que le lloverá a Irlanda del Norte sin dudas ayudará a los seis condados. Mejorará los servicios públicos, la educación, la sanidad y la infraestructura. Sin duda mejorará la calidad de vida y promoverá el crecimiento económico. Eso es lo que hace la inversión pública que han recortado sin piedad los conservadores.
Y si es bueno para Irlanda del Norte, es bueno para todo el resto. Podríamos pedirles a los más ricos, que sólo se enteran de que hay crisis si lo leen en los periódicos, que paguen un poquito más de impuestos; lo mismo con las grandes empresas. Los millones están allí y podrían utilizarse en viviendas, educación, infraestructura, policía. Y, por qué no, para pagarles salarios decentes a las enfermeras.
Los conservadores son sólo un chanchullo para sus patrocinadores millonarios, un burdo instrumento político para defender intereses particulares y desvergonzados. No tienen ningún problema en hacer aparecer un árbol mágico del dinero si está en peligro su propia supervivencia política. Pero lo que es mejor para los intereses del partido conservador no es lo mejor para el país.
El gran desembolso de dinero que han hecho los conservadores en Úlster debería empoderarnos a todos los que siempre creímos que la austeridad era una mentira motivada por cuestiones ideológicas. El sábado, miles de personas marcharán junto al colectivo People’s Assembly Against Austerity para pedir el fin del fallido experimento conservador. Los conservadores han legitimado sus argumentos. Ya no hay austeridad para Irlanda del Norte ni para la Reina, y ahora debe acabar también para todos los demás.
Fuente: El Diario