El Hospital Ramón y Cajal cerró ayer una zona del centro médico después de que al mediodía se produjese la rotura fortuita de una válvula de agua, según una portavoz. Como consecuencia de la rotura fueron suspendidos varios tratamientos de quimioterapia.
Los hechos sucedieron cuando trabajaban en esa área los trabajadores encargados de la rehabilitación del servicio de Farmacia. La zona afectada por la inundación de agua fue la sala de preparación de la nutrición parenteral y el acceso a la misma así como la sala contigua: la de preparación de tratamientos citostáticos. «Por motivos de seguridad, el servicio de Medicina Preventiva del hospital acordó cerrar esa zona hasta resolver la incidencia», explicó el hospital.
Los pacientes que precisaron tratamientos de nutrición parenteral, que se administra por vía intravenosa, fueron atendidos ayer sin problemas. «También se administraron con normalidad los tratamientos citostáticos urgentes así como los tratamientos programados y los ambulantes de la jornada de la mañana», según el hospital.
Además «hay 59 pacientes con tratamientos prescritos de quimioterapia -20 de hoy martes y 39 de mañana miércoles- a los que se les ha notificado por teléfono la incidencia y reprogramado la cita para el jueves y viernes sin que ello suponga riesgo alguno para su salud», añade el centro médico. Por último el resto de tratamientos que se administran en el Hospital de Día Médico y cuya preparación no precisa de estas salas se atendió con normalidad.
La semana pasada los trabajadores del Hospital Ramón y Cajal realizaron un encierro para protestar por los recortes en el centro sanitario y el pasado domingo la Marea Blanca rodeó el centro médico para apoyar las movilizaciones de los sanitarios.
Fuente: El Mundo