AFEM denuncia que Madrid sigue “maquillando” las estadísticas de lista de espera quirúrgica

Mediante la Orden de instrucciones de gestión de su Registro

sanchez_martos-620x250A raíz de la Orden de la Consejería de Sanidad del Gobierno de la Comunidad de Madrid, por la que se aprobaron las instrucciones de gestión del Registro de Pacientes en Lista de Espera Quirúrgica del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) ha denunciado que ésta sigue “maquillando” las estadísticas.

Según expone la mencionada organización de ámbito regional, “a principios de año”, el titular de la cartera sanitaria del Ejecutivo autonómico, Jesús Sánchez Martos, “prometió modificar la forma de contabilizar la Lista de Espera Quirúrgica madrileña para adaptarse a la contabilidad nacional de la que Madrid había sido expulsada por no adaptarse a la norma desde la época de Esperanza Aguirre”.

Sin embargo, “no ha sido hasta el 5 de septiembre de este año cuando se ha publicado la Orden 804/2016, del 30 de agosto, que deroga la anterior 602/2004 del 14 de junio”, continúa AFEM, que reclama “operar a los pacientes en Lista de Espera Quirúrgica en un tiempo razonable respetando su elección”. Además, se opone “a las prácticas de lavado estadístico”.

En este contexto, la Asociación manifiesta que, “con el objetivo de controlar una Lista de Espera Quirúrgica que, tras los recortes, había batido todos los récords, la Consejería de Sanidad publicó el ‘Plan integral de mejora de Lista de Espera Quirúrgica‘”. En esta estrategia “se vertían acusaciones a los profesionales, que en su día la misma Consejería y el SERMAS reconocieron, y sobre las que pidieron perdón, pero cuyo texto nunca se retiró de la redacción del Plan”, explica.

Critica los Pactos de Gestión

“La herramienta ideada para el control de la lista de espera quirúrgica se denominó ‘Pactos de Gestión’ entre las Gerencias de los hospitales y los servicios quirúrgicos”, prosigue AFEM, que añade que estos fueron “unos pactos no pactados y que no son de gestión, mal acogidos por los profesionales por considerarlos contratos insultantes, que cambian las condiciones laborales, que obligan a trabajar en peores condiciones de calidad asistencial y que incorporan cláusulas abusivas”. “La realidad es que la lista de espera quirúrgica no está controlada e inicia un nuevo repunte”, subraya.

La Asociación acude a la Orden recientemente publicada para indicar que la misma “recoge un compromiso del consejero consistente en que en el plazo de dos años no habrá ningún paciente que espere más de 240 días”. No obstante “el primer intento de coacción” es que, “si ofrecen derivación y se rechaza, se pasa de esperar 180 días a 360 y el agravante de que siempre tendrán prioridad, según la propia redacción de la Orden, los pacientes en espera estructural”, aclara.

“Se han dado cuenta de que una nueva forma de bajar las listas es dar de baja a los pacientes sin ser intervenidos”, insiste AFEM, que considera que “para la Consejería lo importante es el titular, el márquetin y los números, aunque no reflejen la realidad”. “Con esta premisa, incluyen en la nueva Orden 804/2016 una serie de normas que facilitan la expulsión de los pacientes de la lista de espera quirúrgica, recortando su libertad de elección y crean ambigüedades capaces de ser interpretadas como motivos de baja”, asegura.

Madrid no reconoce la libre elección de especialista y centro

Esta organización señala también que la Orden “excluye a los pacientes sin tarjeta sanitaria madrileña” y que no aplica el reconocimiento que la ley hace a la libre elección de especialista y centro. “Si a un paciente que ha hecho su elección se le propone que la cambie y rechaza cinco centros alternativos, será eliminado de la lista de espera quirúrgica”, lamenta.

“Los pacientes temporalmente no programables por un periodo superior a tres meses también causarán baja, independientemente del motivo y del tiempo que lleve esperando”, insiste AFEM, tras lo que indica que “el objetivo es eliminar la lista de espera quirúrgica, no intervenir a los pacientes, cumplir objetivos sin realizar el trabajo”.

A Jesús Sánchez Martos “se le llena la boca de la palabra humanización pero, más allá de los titulares, le interesa lo contrario”, manifiesta AFEM, al tiempo que declara que “humanizar es respetar la libertad del paciente y no coaccionarlo por ejercerla”. “Humanizar no es tratar de romper la continuidad terapéutica de un proceso cosificando al paciente considerando que puede ser derivado tranquilamente para su intervención por un cirujano que no conoce y que nunca volverá a ver”, concluye.

Fuente: Acta Sanitaria

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