Clece, filial de ACS, y Ferroser, filial de Ferrovial, se vuelven a hacer con la limpieza de tres hospitales madrileños pese a que un tribunal tumbase el duopolio que estaba creando el Gobierno de Cifuentes.
El Gobierno de Cristina Cifuentes sufrió un revés en el procedimiento de adjudicación de la limpieza sanitaria hace apenas unas semanas. La falta de presupuesto para garantizar los salarios de los trabajadores llevó al Tribunal Administrativo de Contratación a tumbar el concurso centralizado de limpieza de nueves hospitales públicos madrileños que adjudicó la Comunidad de Madrid a Ferroser, filial de Ferrovial, y a Clece, filial de ACS. Los únicamente 80,7 millones de euros para repartir entre esos centros eran insuficientes. Una decisión que ha llevado al Ejecutivo regional a realizar concursos individualizados para cada centro que debe contar con su propio contrato, tal y como instaba el organismo.
Aun así, el revés para Clece y Ferroser se está minimizando según avanzan los días de agosto. La contratación negociada sin publicidad -lo que comúnmente se conoce como adjudicación a dedo- está siendo el procedimiento que está llevando, normalmente, a cabo la Comunidad de Madrid para cumplir con esos contatos individualizados que reclamó el Tribunal Administrativo de Contratación. Un método que está dejando las cosas como estaban antes: ambas empresas vuelven a hacerse con la gestión pese a que la oposición advirtiera con la centralización que se estaba creando “un duopolio que discrimina a la pequeña empresa y que favorece la corrupción”, tal y como aseguró José Manuel Freire, portavoz de Sanidad del PSOE, en declaraciones a El País al conocer la decisión judicial.
La primera de estas nuevas adjudicación llegó poco después de lo dictado por el Tribunal Administrativo de Contratación. La Consejería de Sanidad publicaba este 1 de agosto en qué manos estaría la gestión del servicio de limpieza integral en el Hospital El Escorial y en el Centro de Especialidades San Carlos. Una adjudicación a dedo que benefició a Ferroser, la cual se hace cargo de la tarea por 163.759,57 euros (IVA incluido) durante 2,5 meses.
De las cuatro ofertas presentadas que llegaron a la mesa de contratación, finalmente la filial de Ferrovial presentó “la oferta válida más económica” alzándose como ganador siendo “el precio el único criterio determinante de la adjudicación”, tal y como consta en el mismo contrato publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Un único criterio que ha sido criticado duramente por los sindicatos al no hablarse y garantizarse previamente de las condiciones laborales de los profesionales.
Clece entra en escena
Después de Ferroser, el turno ha llegado para Clece. La filial de servicios de Florentino Pérez, como ha publicado este jueves el BOCM, ganó, a diferencia del mencionado que se dio a Ferroser, por un procedimiento “abierto” la gestión del servicio de limpieza integral del Hospital Clínico ‘San Carlos‘, así como de sus centros de Atención Especializada y de Salud Mental “adscritos al mismo”. Un contrato que se ha cerrado por 2.567.535,77 euros cuando la estimación que realizó la Comunidad de Madrid se elevaba hasta los 4.243.860,78 euros.
Parecido como sucediese con el Hospital El Escorial, Clece se encargará durante dos meses y quince días de esta gestión, pese a lasnumerosas críticas que ha recibido la compañía de Florentino Pérez por cómo gestionó anteriores labores de limpieza al realizar duros recortes de plantilla, aunque los despidos temporales también han sido tendencia en Ferroser.
Pero la adjudicación a dedo con Clece también ha salido a relucir. Así ha sucedido en el caso del contrato de limpieza para el Hospital Universitario Ramón y Cajal, sus centros de especialidades y sus centros de salud dependientes del mismo. La filial de ACS, a través de unprocedimiento negociado sin publicidad, se encargará durante 76 días de los servicios de limpieza. Un contrato adjudicado por 2.659.961,91 euros al ser la “oferta económica más baja presentada” y al cumplir con las “prescripciones técnicas establecidas en el Pliego de Prescripciones Técnicas, por lo se considera económicamente ventajosa”.
La filial de ACS vuelve al Hospital Ramón y Cajal pese a las denuncias de los sindicatos
Una nueva adjudicación a Clece en el Hospital Ramón y Cajal dando igual las tensiones entre la empresa y los trabajadores que afloraron a finales de 2015 cuando la compañía estaba presente en el centro hospitalario. En noviembre, UGT Madrid denunció el deterioro de la limpieza de los grandes hospitalespor culpa de esa centralización que estaba llevando a cabo la Comunidad de Madrid. Una mala gestión que llevó a los profesionales de limpieza del Ramón y Cajal a plantear una huelga al ver el recorte de plantilla (de hasta el 18,3%) que promovió Clece y que estaba derivando en una “sobreexplotación” de los trabajadores que mantenían su puesto de trabajo.
La denuncia de UGT era clara: la culpa de este empeoramiento de las condiciones laborales es por culpa de que el criterio económico, siendo la oferta más baja la que se aceptaba, sea el procedimiento que rije en estas adjudicación. Por ello, el sindicato reclamó una revisión de las condiciones para adjudicar un contrato de este tipo. Algo que, aparentemente, ha intentado regular la Comunidad de Madrid (únicamente en este contrato del Hospital Ramón y Cajal, no en los anteriores mencionados) incluyendo las llamadas “prescripciones técnicas establecidas en el Pliego de Prescripciones Técnicas” como nuevo requisito aparte de presentar la “oferta económica más baja presentada”.
Un Pleigo de Prescipciones Técnicas que determina que para que un adjudicatario sea ‘apto’ “está obligado a que su/s Centro/s dispongan durante la vigencia del contrato para el cumplimiento de los objetivos asistenciales previstos en el mismo, de los recursos materiales necesarios para realizar con eficacia, calidad y garantía, las actividades objeto del contrato, así como del personal sanitario y no sanitario que permita la perfecta atención del servicio público”.
Fuente: El Boletín