El Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de Sanidad (MATS) clama contra la situación que viven los pacientes de preingreso en el hospital madrileño. La Gerencia niega tal escenario.
“Es un escándalo que cierren camas de plantas y estén los pacientes de preingreso en una nave con 23 camas y sin ventanas”. Con estas palabras, el Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de Sanidad (MATS) denuncia la situación que viven algunos pacientes en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Según denuncia MATS, los pacientes en vez de permanecer en una planta de preingreso son enviados a una zona del centro donde la situación es deficiente ante el desbordamiento de las “dos únicas enfermeras” que se encargan de 23 pacientes. Una “nave” sin ventanas y únicamente con “tres servicios” para todos los usuarios de la zona. “Hay un tabique que separa a 12 y 11 pacientes”, describe Javier Cordón, representante de MATS que ha tenido constancia de la realidad en dicho hospital.
No obstante, desde la Gerencia del Hospital Ramón y Cajal ha salido al paso en declaraciones a ElBoletín.com: “Los pacientes que están en Urgencias a la espera de ser ingresados en la correspondiente Unidad de Hospitalización en función de su patología, permanecen en la zona de preingreso que cuenta con 23 camas, disponiendo de todos los medios necesarios tanto profesionales -personal facultativo como de Enfermería- así como de infraestructuras, para garantizar la mejor asistencia sanitaria”.
Una opinión que choca con MATS que ya ha emplazado explicaciones al consejero de Sanidad, Javier Sánchez Martos, así como a la Gerencia del hospital aunque con esta última no ha tenido suerte. De hecho, el colectivo ha denunciado que “ocho pacientes llevan más de 24 horas y alguno hasta 48 en preingreso cuando el consejero dijo que nunca se superarían las 24 horas”.
“Entre paciente y paciente están separados por cortinas donde no cabe ni una silla para los familiares”, ha descrito MATS a ElBoletín.com. “Es una especie de zulo. No es lo mismo estar dos personas en una habitación de planta que 23”. Pero no ha sido el único escenario conflictivo que ha presenciado la organización. A las 179 camas cerradas en el hospital, según los últimos datos mencionados por el colectivo, hay que sumarle ciertas situaciones como la de un paciente que operaron y por problemas de espacio “tuvieron que bajar a un box de urgencia. Es algo de película de terror”.
Mientras tanto, la Gerencia ha querido “subrayar que aunque todos estos todos estos pacientes estén pendientes de ingreso, están siendo atendidos en todo momento. La asistencia en el área de Urgencias del centro sanitario está totalmente garantizada”.
Fuente: El Boletín