‘The Lancet’ estudia la relación entre el aumento del paro y los recortes en sanidad con estos fallecimientos
La crisis económica está ligada a, al menos, 260.000 muertes por cáncer en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desde 2008, 160.000 de ellas solo en el territorio de la Unión Europea, según el último estudio publicado por The Lancet.
La revista científica analiza la correlación que existe entre el incremento del desempleo y los recortes (entre ellos sanitarios) que llegaron tras la recesión con el aumento de esta enfermedad entre la población. “El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, así que es necesario comprender cómo afectan los cambios económicos a la supervivencia global”, indica el autor principal del trabajo, Mahiben Maruthappu.
Durante su estudio, los científicos han detectado que un incremento del desempleo y una reducción del gasto sanitario están asociados a una mayor mortalidad oncológica, especialmente en cánceres tratables (es decir, los que tienen una supervivencia por encima del 50 por ciento) como el de pecho, el de próstata o el colorrectal. Para afirmarlo, The Lancet ha utilizado datos de más de 2.000 millones de personas registrados en la Unión Europea, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Salud.
En concreto, los autores señalan que un incremento del 1 por ciento del desempleo está ligado a 0,37 muertes adicionales en todo tipo de cánceres por cada 100.000 personas. Asimismo, una rebaja del 1 por ciento de gasto público sanitario respecto al PIB está asociada con 0,0053 muertes oncológicas en cada 100.000 ciudadanos.
Al extrapolar estas cifras al conjunto de países de la OCDE, los investigadores han estimado que la crisis económica ha influido en 263.211 muertes desde 2008. Esta enfermedad ha provocado 8,2 millones fallecimientos en el mundo en 2012, y los estudios calculan que el número de casos detectados pasará de 14 millones en esa fecha a 22 millones en 2030.
Por último, The Lancet publica su propia ‘receta’ para acabar con esta situación, y no es otra, que garantizar la cobertura sanitaria universal en los países afectados por la crisis económica. La única medida, añade la publicación, para “proteger contra esos efectos indeseados”.
Fuente: Redacción Médica