Cruz Roja recogió 33.000 unidades menos de lo firmado con la Comunidad de Madrid en 2015
Sanidad encarga a la ONG una colecta de 120.000 bolsas, 20.000 menos de las pactadas. Las provisiones «se adaptan a las necesidades reales de este año»
La Comunidad de Madrid ha comunicado a Cruz Roja que ajusta a la baja las cifras marcadas para 2016 en el convenio por el que se le encarga la función exclusiva de recogida de donaciones de sangre en la calle, a través de las unidades móviles. El objetivo de recolecta de la institución humanitaria para este año estaba fijado en 140.000 unidades de sangre, las mismas que el año pasado, pero finalmente la Consejería de Sanidad ha ordenado una disminución de 20.000 bolsas menos, 120.000 en total. La revisión del acuerdo, atacado por la izquierda hasta el punto de que cinco ayuntamientos del PSOE y Podemos han vetado el paso de los autobuses de Cruz Roja a sus pueblos, se debe fundamentalmente a dos razones, según explican a ABCdesde la consejería que dirige Jesús Sánchez Martos. En primer lugar, porque las provisiones «se adaptan a las necesidades reales de sangre que se esperan para el año». Pero también porque se «ajustan» al potencial de recogida de la ONG, que el año pasado no logró cumplir con el objetivo de 140.000 bolsas. Tampoco alcanzó las 74.000 bolsas fijadas en 2014.
A lo largo de 2015, año en el que el contrato entró en vigor completamente, Cruz Roja recolectó en los autobuses 117.055 unidades, que transfirió al Centro de Transfusión de la Comunidad. Fueron 33.000 unidades de sangre menos de las inicialmente esperadas. La financiación que recibe Cruz Roja por esta labor varía en función de las bolsas recogidas, 67 euros cada una. La reducción de 140.000 a 120.000 supone que la ONG dejará de ingresar 1,34 millones de euros, si es que cumple los objetivos. Como máximo, cobrará 8 millones.
En el Gobierno regional siempre han defendido que la cifra marcada por convenio era orientativa y que debía «reajustarse» en función de las necesidades reales. «Se trata de encajar la previsión de necesidad con el potencial real de Cruz Roja», insisten las fuentes consultadas. La presidenta regional, Cristina Cifuentes, ya avanzó el 8 de diciembre que el Gobierno renegociaría los objetivos con Cruz Roja al concluir el año.
Más donantes en el hospital
El balance de donaciones de sangre de 2015 en la Comunidad de Madrid indica que ha habido un incremento de las unidades recogidas en centros hospitalarios, hasta 131.326 bolsas, lo que reduce el nivel de exigencia en la calle. «Al integrar todos los hospitales en el mismo sistema se han mejorado los volúmenes de sangre, hay más derivados y más grupos», indican desde Sanidad. El total de sangre procesada en la región el año pasado, proveniente de los autobuses y los hospitales, fueron 248.381 unidades.
Aunque desde las administraciones públicas se quiere evitar a toda costa lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que la Comunidad de Madrid ha logrado entrar en niveles de autoabastecimiento de sangre, lo que permite reducir el encargo a Cruz Roja. «Hasta el año pasado se tenía que pedir de forma regular bolsas o derivados de sangre a otras comunidades autónomas. Pero en 2015, si acaso se ha pedido alguna, es desde luego anecdótico», apuntan desde el equipo de Sánchez Martos. En cualquier caso, el mensaje es inequívoco:«siempre hace falta sangre, se van a seguir haciendo llamamientos urgentes de forma puntual, dependiendo de las necesidades».
En concreto, según indican desde el Centro de Transfusión, Madrid necesita cada día entre 800 y 1.000 bolsas de sangre para mantener cubiertas las necesidades de la región.
La entrada en vigor del convenio firmado en 2013 entre la Comunidad y Cruz Roja supuso un reordenamiento de todo el proceso de donación de sangre en la región, de manera que la ONG desistía del procesamiento y almacenamiento que hasta ahora realizaba en su propio centro de sangre y cedía esta función en exclusiva al Centro de Transfusión. A cambio, se encarga de las extracciones y campañas en la calle, con 18 salidas de autobuses cada día recorriendo la región, mañana y tarde. Desde la izquierda se ha demonizado el contrato asegurando que se «externaliza» la función de recolecta de donaciones.
El portavoz del Gobierno regional, Ángel Garrido, llamó a los cinco ayuntamientos rebeldes a deponer su «actitud irresponsable» de impedir el paso de los autobuses de Cruz Roja, lo que causa «un daño tremendo al sistema sanitario». Pidió a PSOE y Podemos que «tomen cartas en el asunto» y pongan fin al boicot de sus alcaldes.
Fuente: ABC