Desigualdades en salud que nada tienen que ver con la sanidad

Los resultados del estudio europeo Sophie, coordinado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona y que ha contado con el apoyo técnico de Ciberesp, concluye que la brecha sanitaria podría reducirse enormemente actuando sobre políticas públicas no sanitarias, como vivienda, dependencia y urbanismo.

estudio_sanidadHoy se han hecho públicas las conclusiones del proyecto europeo Sophie, coordinado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y que ha contado con el apoyo técnico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, que han analizado desde nueve países de la UE cómo reducir las diferencias en salud a partir de cambios en políticas públicas no sanitarias.

El proyecto de investigación, que ha dado lugar a 53 artículos científicos sobre la cuestión, ha demostrado que «las políticas públicas enfocadas hacia la equidad, en ámbitos tan diversos como el urbanismo y la vivienda, la protección social, la dependencia o la integración de personas inmigradas, pueden repercutir en la salud de la ciudadanía y reducir las desigualdades en salud, que se generan por razón de nivel socioeconómico, género u origen», más aún si se tienen en cuenta los efectos que la crisis económica ha tenido.

Sobre esta cuestión, los resultados de la investigación muestran, por ejemplo, que en paralelo a la crisis «se ha producido una reducción global de mortalidad, pero en cambio la tasa de suicidios ha aumentado. Se ha visto también que las políticas de austeridad han empeorado todas las causas de mortalidad. En el ámbito económico y laboral, una buena cobertura pública de las situaciones de paro (y durante todo el período que dure el desempleo) se ha definido como un factor capaz de reducir los efectos indeseados del desempleo sobre la salud física y mental de las personas».

El proyecto de investigación, financiado por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea, ha comparado también situaciones entre países, mostrando por ejemplo «menores desigualdades de género en salud en los países nórdicos, con buenos servicios públicos de cuidado y que facilitan el trabajo remunerado de los dos miembros de la pareja; o peor estado de salud en los inmigrantes residentes en países con políticas restrictivas y poco integradoras».

Entre las conclusiones del efecto de políticas públicas no sanitarias sobre la salud de la población, las conclusiones de la investigación revelan tras analizar, entre otras muchas medidas, Ley de Barrios de Cataluña, la rehabilitación térmica y eficiencia energética en bloques de viviendas sociales, el realojamiento de familias con problemas de vivienda, la implantación de la Ley de la Dependencia…. que «se ha visto que las políticas de vivienda y de mejora de condiciones de vida en los hogares repercuten en mejoras de la salud», por lo que los investigadores implicados en el estudio instan a «activar con urgencia políticas que detengan la exclusión de la ciudadanía por causa de la vivienda, ya que este elemento está operando como factor que lesiona la salud física y mental de las personas afectadas».

Fuente: Diario Médico

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