-
Según un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)
-
Un grupo de expertos solicita la revisión del atenuante en estos casos
-
La cuantía media de la pena fue de 19 años y medio de prisión
-
En el 80% de estos casos no había denuncia previa de las asesinadas
-
Teléfono de atención a las víctimas de violencia de género: 016
La cuarta parte los hombres condenados por matar a sus parejas o exparejas se beneficiaron de una reducción de su pena porque el juez consideró como atenuante que hubiesen confesado el crimen, según el informe que ha realizado el Grupo de Expertos en Violencia de Género y Doméstica del Consejo General del Poder Judicial en el que solicitan que esta figura sea revisada.
El trabajo analiza las 108 sentencias por asesinatos u homicidios de violencia de género dictadas en 2012 y 2013 por los Tribunales de Jurado y las Audiencias Provinciales, de las que 90 fueron condenatorias y el resto absolutorias, aunque en cuatro de estos casos el juez apreció eximente completa y ordenó internamiento en centro psiquiátrico por períodos de entre 12 y 25 años.
Según revela, si bien en las sentencias analizadas no se apreciaron «de forma significativa» el consumo de alcohol, las drogas o la enfermedad mental en el asesino a la hora de juzgarle, «en una de cada cuatro sentencias la confesión ha operado como la principal circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal».
Ocurre en el 27% de los casos sentenciados en 2013 por los Tribunales del Jurado y las Audiencias Provinciales cuando un año antes se dio en un 25% de los casos, según los datos difundidos por el Observatorio de Violencia adscrito al órgano de gobierno de los jueces.
Debate sobre la supresión de esta atenuante en la muerte por violencia de género
«El grupo de expertos del CGPJ reitera la conveniencia de abordar el estudio de la supresión o reconsideración de esta atenuante en delitos con resultado de muerte en violencia de género, cuando la ejecución del hecho o las circunstancias que lo rodean permitan sin dificultad atribuir la autoría al varón de la pareja o ex pareja sentimental, haciendo inoperante, por tanto, la confesión», explica en un comunicado.
El informe extrae otras conclusiones como que la cuantía media de las penas por asesinato en casos de violencia de género fue de 19 años y medio de prisión en 2013, cuando en 2012 se situaba en 18 años y medio.
Los informes también reflejan un incremento en las condenas impuestas por homicidio, cuya media en 2013 fue de 13 años y tres meses de prisión, frente a los 11 años y tres meses del año 2012.
El perfil de los condenados: español con entre 31 y 45 años
Atendiendo al perfil del autor, el informe refleja que el 50% de los sentenciados en 2013 eran españoles, cuando un año antes los extranjeros eran mayoría (60%). El 52% tenían entre 31 y 45 años de edad, mientras que los ajusticiados entre 46 y 65 años, el grupo más amplio en 2011, representaron el 25%. Un 15% estaban entre los 18 a los 30 años, como en años anteriores.
Respecto a las víctimas, casi seis de cada diez eran españolas, cuando la proporción con las extranjeras era equilibrada un año antes. Por edades, el 40% tenían entre 31 y 45 años en los casos sentenciados en 2013, franja que representaba el 33% el año anterior. Las chicas entre 18 y 30 años de edad fueron el 28% y no se produjo ninguna víctima mortal menor de edad.
En el 74% de los casos sentenciados en 2012 y en un 77% de los de 2013 se reseña que la mujer asesinada tenía hijos. Los hombres que las asesinaron dejaron 110 huérfanos en esos dos años, de los que 77 eran menores de edad, 52 de ellos menores de 10 años.
En el 68% de los casos la relación se mantenía en el momento del crimen
Por otra parte, en el 68% de los casos se mantenía la relación en el momento del crimen, cinco puntos más que en 2012. «El fin de la relación o de la convivencia no conlleva una reducción del riesgo de homicidio o asesinato. La violencia forma parte del control sobre las mujeres, que se hace más brutal cuando éstas anuncian su intención de dejar la relación o de irse», dice el grupo de expertos.
En la mayoría de los casos, el 80%, no constaba denuncia previa al asesinato, algo que para los expertos «reafirma la convicción de que la violencia de género se manifiesta de manera continua y en muy pocas ocasiones a través de episodios aislados» y «evidencia la necesidad de continuar sensibilizando a la sociedad en general de que se trata de un asunto público, de derechos humanos, y no privado, y de que es obligatorio denunciar si se tiene conocimiento de que una mujer está siendo maltratada».
Fuente: RTVE