El consejero de Salud reconoce que las listas de espera son “excesivas”
El consejero de Salud, Toni Comín, ha vuelto a evidenciar este lunes el cambio de tercio que se avecina en la sanidad catalana. Prudente, el titular de Salud no se atrevió a afirmar que se acabará con los recortes que ahogan al sector desde hace cinco años, pero al menos ha asegurado que “no irán a más”. “Estamos deshaciendo los recortes pero no a la velocidad que sería necesario”, ha reconocido el consejero en una entrevista a RAC1.
Unos días después de que anunciase en el Parlament que echaría de la red pública de hospitales a centros con ánimo de lucro -en concreto a dos, la Clínica del Vallès y el Hospital General de Cataluña-, el consejero ha desgranado su primera gran medida. Aunque el contrato con uno de los centros no acaba hasta agosto, Comín escenificará la semana que viene su compromiso sacándolos de la lista del Sistema sanitario integral de utilización pública de Cataluña (Siscat). Dejará que ambos hospitales terminen sus contratos , pero no los renovará. “Queremos volver a la esencia. El dinero que dedicamos a concertar a una empresa privada con afán de lucro lo destinaremos a hospitales públicos”, ha avanzado. Salud ya dio el aviso hace unas semanas al Parc Taulí de Sabadell, que es el hospital público que más actividad deriva a la Clínica del Vallès, de que se preparase para asumir las 2.600 operaciones y las 1.000 hospitalizaciones que hasta ahora derivaba al centro privado.
Los dos hospitales privados, propiedad del grupo empresarial Quirónsalud, están en la lista del Siscat, pero no hacen actividad ordinaria, sino que su contrato correspondía con actividad complementaria para aligerar las listas de espera que tenían otros hospitales de la red pública. En 2014, la Clínica del Vallès recibió 2.573 derivaciones para operaciones quirúrgicas y el HGC, 663. “Lo que ha ocurrido con estos centros es una situación excepcional que se ha dado en los últimos años. Teníamos que volver a la esencia del modelo, y en el ámbito hospitalario nunca hubo operadores con ánimo de lucro”, ha explicado Comín. En el aire queda saber qué pasará con el hospital Sagrat Cor, también propiedad de Quirónsalud, y la Clínica Girona, que también tienen afán de lucro y están en el Siscat.
El titular de Salud ha asegurado que “se reforzará la capacidad de los centros públicos” para absorber la actividad que hasta ahora hacían los centros privados. “El concepto es que de la caja pública no se derive ni un euro a los beneficios de empresas privadas”, ha apostillado.
Listas de espera “excesivas”
El consejero también ha intervenido sobre sus polémicas declaraciones en la sesión de control del Gobierno que apelaban a que las listas de espera se acabarían con la independencia. Durante la comisión de Salud reforzó esa idea: “Para que no haya listas de espera necesito 1.000 millones y la manera más segura de disponer de estos 1000 millones es el proceso independentista”.
Esta mañana, Comín ha calificado las listas de espera de “excesivas” y ha insistido en que, para él, la forma “más sólida” de conseguir esos 1.000 millones es con una Cataluña independiente.