La Consejería de Sanidad ha enviado esta semana una nota informativa a las gerencias de todos los hospitales, centros de Atención Primaria y SUMMA para decirles que se acabó lo de dejar entrar en sus instalaciones a cualquier persona que no esté enferma o sea familiar de un paciente
Teresa Rubio Madrid
En los dos últimos plenos de la Asamblea de Madrid el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, se encargó de dejar claro tanto al PSOE como a Podemos que no le gusta nada que visiten los hospitales sin avisar ya sea para denunciar el colapso de las urgencias o para preguntar a los profesionales sanitarios por sus problemas laborales.
Como no existe normativa alguna que regule expresamente el régimen de entrada en un hospital, la Consejería ha tenido que enviar una nota informativa a todos los gerentes para que, a no ser que se pida permiso previamente, no dejen entrar en las instalaciones a nadie ajeno a las mismas. Sólo pacientes y sus familiares.
«La idea es que nadie pueda contar lo que ocurre en la urgencia», asegura José Manuel Freire (PSOE): «Si cada vez que vayamos, o vayáis vosotros, hay que pedir permiso a la gerencia (que, recuerdo, es personal colocado por la Consejería) está claro que se encargarán de arreglar todo antes de que podamos verlo. Es la última treta de Sánchez Martos para ocultar la realidad… Y aun así se le seguirá llenando la boca hablando de transparencia».
Mónica García de Podemos cree que: «La nota es indignante. Es indignante que la primera y única medida que han tomado respecto a las urgencias sea impedirnos el acceso y que la única solución que propongan es que no veamos lo que ocurre dentro de los hospitales. Esto es una muestra más de la falta de transparencia de esta consejería y de ese concepto que siguen manteniendo de que los hospitales son sus cortijos, que no son lugares públicos a los que pueda tener acceso la oposición para ver lo que está ocurriendo.»
Para Daniel Álvarez Cabo de Ciudadanos: «En una sociedad democrática debe haber transparencia en la información y se tiene que poner en conocimiento de los ciudadanos lo que está sucediendo. Eso sí, esto se tiene que equilibrar con el respeto a la intimidad de los pacientes. Creo que cerrar la puerta de forma radical por parte de la consejería no es una buena decisión.»
‘Sánchez Martos tuvo que ser expulsado del Carlos III cuando trabajaba para Telemadrid’
En plena crisis del ébola, asegura el socialista José Manuel Freire, cuando el actual consejero trabajaba para Telemadrid tuvo que ser expulsado del Hospital Carlos III porque quería entrar con las cámaras de la televisión pública más allá de donde estaba permitido.
Lejos de reconocer la intención de silenciar lo que ocurre dentro de los hospitales, el argumento que la Consejería plasma en la nota informativa es que: «Son lugares de trabajo de horario continuado donde se atiende a ciudadanos que presentan una dolencia considerada urgente que no admite demora, y con una plantilla de profesionales que actúan de manera coordenada y sincronizada. No es un lugar apropiado para visitas de personas ajenas al recinto con el propósito de conocer las instalaciones y entrevistarse con trabajadores, porque ello interfiere en su trabajo, puede perturbar el servicio y la atención a unos pacientes cuya intimidad está protegida por Ley, y que podría ocasionar situaciones de riesgo para los pacientes».