Hace una semana denunciamos la situación lamentable que se había vivido en el departamento de Urgencias del Hospital Clínico durante el fin de semana del 9-10 de enero; hacinamiento de pacientes en camas, camillas, pasillos …personal insuficiente y cierre de camas en el hospital con el consiguiente deterioro de la calidad asistencial; denunciamos que este suceso no era de manera puntual como repetía continuamente excusándose la Administración responsable, haciendo dudar de la credibilidad de nuestras palabras.
Después de que los medios de comunicación se hiciesen eco de nuestra denuncia y ante la expectación causada por lo grave del asunto, por fin decidieron tomar medidas. Contrataron personal sanitario y abrieron camas que estaban cerradas en el hospital, dando lugar a una ”normalidad “en el funcionamiento de las urgencias, mermando el hacinamiento, las sobrecargas, estrés y recibiendo el trato y calidad asistencial que le pertenece al paciente, dentro de las posibilidades que las instalaciones permiten.
Y nos alegramos de ello y mucho, aunque criticamos que los contratos laborales realizados sean precarios, pues son de corta duración-hasta finales de febrero, y la apertura de camas sea temporal y aún queden 158 cerradas. Nos alegramos porque aunque Gerencias, Consejería y demás se hartasen de decir que mentíamos sobre lo ocurrido, las medidas adoptadas son las que venimos reclamando desde hace tiempo con lo que evidencia que estábamos en lo cierto y que la política que se está llevando a cabo por parte de la Consejería de unos años a esta parte, política de recortes, de reducción de plantilla, de eliminación de camas y recursos materiales, de derivaciones, de lista de espera engañosa, de privatizaciones de servicios … es una política equivocada que no lleva más que aumentar el empobrecimiento de la población, por el empeoramiento de su salud, derivado de una mala calidad asistencial.
Y continuamos denunciando que algunas de las salas del departamento de Urgencias de este hospital, continúan teniendo pacientes en pasillos denominándolos bises y trises y esto no es puntual sino que forma parte de lo habitual de este servicio.
Consejeros, Gerentes, Directores de Gestión y demás responsables: sus palabras son las que no tienen credibilidad, porque los hechos ahí están.