Así lo constató un estudio de la Universidad de Washington tras hallar que las conexiones cerebrales de los niños en situación de pobreza difieren de las de pequeños en mejor situación socioeconómica
La pobreza siempre decanta en numerosas dificultades para quien la vivencia, principalmente en materia de alimentación, educación, vivienda, etc. Difícil realidad a la que de acuerdo con un estudio de la Universidad de Washington se suma una nueva consecuencia: los niños que crecen bajo estas condiciones podrían sufrir alteraciones en algunas conexiones del cerebro que a futuro provocarían menos capacidad para controlar las emociones y el estrés.
Para llegar a tal conclusión, los especialistas que hicieron parte de este estudio publicado en la revista Journal of Psychiatry, recurrieron a imágenes cerebrales de 104 niños de 7 a 12 años de edad a partir de las que analizaron cómo actuaban las conexiones que tenían lugar en regiones del cerebro como el hipocampo y las amígdalas.
Culminada la etapa de observación hallaron que las conexiones de esas dos áreas con otras regiones del cerebro de pequeños en situación de pobreza son más débiles que las conexiones que se generan en niños con una mejor condición socioeconómica. Incluso constataron que cuanto mayor es el nivel de pobreza, más son las probabilidades de desarrollar conexiones cerebrales débiles.
Otra conclusión que llamó la atención de los investigadores es que los niños en etapa pre-escolar que viven en pobreza extrema son más propensos a en la etapa escolar desarrollar padecimientos como depresión clínica.
Sobre tales hallazgos, el docente de psiquiatra infantil, Joan L. Luby, que participó del estudio, afirmó que la pobreza es uno los predictores más poderosos de malos resultados de desempeño para los niños. A lo que agregó que los pequeños que se crían en este contexto están más expuestos a tener malos resultados académicos e incluso a padecer depresión y comportamientos antisociales.
Finalmente, el equipo de especialistas responsables señaló que este estudio resulta fundamental para persuadir a quienes corresponda acerca de la relevancia de atender tales realidades para que el día de mañana esos pequeños puedan apostar a desarrollar una vida en mejor condiciones.