A esta hora los albañiles tapian las puertas y ventanas del edificio, sobre el que existía una orden de desalojo tras la denuncia de sus actuales propietarios. Los agentes no se han encontrado con resistencia al llegar al edificio, que se encontraba vacío, y miembros de los diferentes colectivos que trabajan en el Patio desde hace siete años negocian la posibilidad de recuperar el material que almacenan en el interior para el trabajo diario.
Ante la posibilidad de un desalojo, el Patio Maravillas ha solicitado en repetidas ocasiones alternativas al Ayuntamiento que han sido denegadas. El consistorio «niega a sus ciudadanos espacios para uso comunitario mientras miles de edificios se encuentran vacíos o abandonados en la ciudad», explicaban poco después de que entrar en vigor la orden de desalojo que ha sido ejecutada hoy.
El Patio Maravillas ha anunciado ya a través de las redes sociales movilizaciones para las próximas horas tras el desalojo del espacio.