Las clínicas que supuestamente se están beneficiando de forma indebida de los recursos públicos ofrecen servicios con los que ni siquiera cuentan en sus centros
Personal de investigación en las instalaciones del Hospital Universitario Gregorio Marañón. (EFE)
¿La sanidad pública al servicio de la privada? El personal médico del Hospital Gregorio Marañón ha hecho acopio de pruebas e informes para denunciar lo que consideran un uso indebido y prolongado en el tiempo de los recursos públicos para beneficio privado. Hasta media docena de hospitales y clínicas privadas estarían sirviéndose, al menos, del laboratorio de inmunohistoquímica de este centro para realizar caras pruebas clínicas, sin coste alguno para sus arcas.
“Es un secreto a voces. Internamente se ha denunciado en varias ocasiones, y aunque en un primer momento te dicen con buenas palabras que se investigará, luego lo pasan por alto y dan carpetazo al asunto”, lamenta uno de los trabajadores, que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a posibles represalias desde la dirección del servicio de anatomía patológica, sobre el que han puesto la lupa.
Las clínicas que supuestamente se están beneficiando de forma indebida ofrecen a sus pacientes determinados servicios con los que ni siquiera cuentan en el centro. La gerencia del hospital ha rehusado ofrecer información a este diario sobre si existe algún convenio o cualquier otro tipo de colaboración en la actualidad entre el Servicio Madrileño de Salud y las clínicas privadas señaladas. La única respuesta oficial se limita a señalar la gravedad de las acusaciones, dando a entender un posible delito, por lo que “tiene que ser la Justicia quien lo dirima”. El centro, añaden sus responsables, “es el primer interesado en que se esclarezcan este tipo de acusaciones, y si alguien tiene pruebas debe denunciarlo en los juzgados”.
Como cualquier institución pública, el hospital cuenta con auditorías y controles del Tribunal de Cuentas. Sin embargo, algunas de las pruebas gráficas aportadas por los sanitarios muestran cómo varias de las citologías, biopsias o resto de muestras analizadas no aparecen identificadas con el nombre del médico del hospital, además de no estar indexadas de forma acorde con el registro, como exigen los protocolos.
Cifras que no cuadran
La interpretación del personal médico es que son trabajadores del laboratorio quienes se encargan de realizar las pruebas de las clínicas privadas, con el supuesto beneplácito del jefe de servicio. “Esto es porque los médicos que trabajan tanto en la pública como en la privada realizan las pruebas en el servicio de Atención Primaria del hospital”, previsiblemente a cambio de comisiones ilegales, puntualiza uno de los sanitarios. Y es que sólo cuatro de los once médicos del servicio de anatomía patológica trabajan exclusivamente para la pública, mientras que el resto pasan consulta durante las tardes en sus respectivas clínicas u hospitales privados.
Según las memorias del centro correspondientes a los últimos cinco años, elnúmero de citologías, por ejemplo, ronda las 50.000 de media, a las que habría que sumar 22.000 más en 2012 y 9.400 en 2011 procedentes de centros médicos, con los que se estableció un convenio de colaboración. Unas cifras notoriamente más elevadas que las presentadas por otros hospitales. Así, el Hospital 12 de Octubre, con un área sanitaria similar, referente a la población a la que atiende, realizó de media un 25% menos de citologías.
Los laboratorios en los que se realizan estas pruebas son los únicos que se han modernizado. En cambio, “los laboratorios de histología, que es la parte fundamental de un laboratorio de anatomía patológica, se tienen abandonados, con un equipamiento de hace 30 años, pero no se cambian porque no se aprovecha para la privada”, añaden estos mismos trabajadores. Una denuncia que hacen pública después de haberse desoído su solicitud formal para que se prohibiera de forma inmediata la realización de biopsias privadas en el laboratorio, así como de citologías, además de expedientar a los responsables.