El doctor Rafael Bárcena pidió la prórroga para seguir trabajando en el Hospital Ramón y Cajal, pero la Comunidad de Madrid se la ha denegado.
Ignacio González vuelve a estar en el punto de mira de los enfermos de Hepatitis C, ahora por la jubilación forzosa de un médico experto en la enfermedad que además ha realizado más de 800 trasplantes hepáticos. Se trata del doctor Rafael Bárcena, que hasta hace poco era jefe de sección de Gastroenterología del Hospital Ramón y Cajal. Pese a que solicitó una prórroga para seguir ejerciendo, la Comunidad de Madrid se la ha denegado.
Y ante esta decisión, las quejas no se han hecho esperar. La Asociación de Trasplantados Hepáticos de la Comunidad de Madrid ha criticado la jubilación forzosa de este médico, ya que a su juicio “el talento no se debe jubilar”, y ha exigido una explicación al Gobierno regional por esta decisión “sin fundamento”, así como la readmisión de Bárcena.
Según este colectivo, el doctor fue jubilado forzosamente el pasado 24 de octubre pese a haber solicitado una prórroga tras cumplir 65 años. Se da la circunstancia de que como él otros compañeros de servicio también pidieron la prórroga y a ellos sí se les ha concedido, por lo que Bárcena ha sido el único que ha sido ‘expulsado’ de su puesto en el Hospital Ramón y Cajal.
Así lo remarca esta asociación, que recuerda que este médico es el “artífice y coordinador de la Unidad de Trasplante Hepático e Intestinal del Hospital Ramón y Cajal” -el germen de lo que hoy es nuestro Sistema Nacional de Trasplante- y que tiene “más de 800 trasplantes hepáticos a sus espaldas”.
“Ha sido además el experto responsable de la Consulta Monográfica de Hepatitis Crónica C. Es una autoridad de prestigio internacional en el tema, autor de decenas de trabajos científicos, coordinador y participante en numerosos estudios y proyectos de investigación. Ha formado a varias generaciones de médicos especialistas”, explican los trasplantados hepáticos en una nota, en la que también indican que ven con “enorme preocupación” la jubilación forzosa y “sorpresiva” de Bárcena.
Sobre todo porque actualmente no hay “ningún profesional” que pueda sustituirle ni asumir su “enorme carga de trabajo”. El colectivo señala que Bárcena “ha dedicado su vida a salvar la de miles de pacientes”, por lo que “no hay razón científica alguna para jubilarle” si tiene plenas facultades para seguir trabajando. “Sus pacientes merecemos una explicación”, asevera la Asociación de Trasplantados Hepáticos de la Comunidad de Madrid.
Asimismo, en la nota remarcan que ante el cambio que se está produciendo en el tratamiento de la Hepatitis C, “es difícil encontrar especialistas como el Dr. Bárcena con experiencia en los nuevos tratamientos”.
“Muchos de nosotros estamos a la espera de poder iniciar los tratamientos de estos nuevos fármacos que el Dr. Bárcena, nuestro médico, solicitó para nosotros. Nuestra salud y nuestra vida están en juego y nos parece una falta de responsabilidad que se prescinda del trabajo, la experiencia y los conocimientos” de este médico que además ha sido “el único obligado a jubilarse de los tres que lo solicitaron del Servicio de Gastroenterología”.
Es por ello que la Asociación de Trasplantados Hepáticos de la Comunidad de Madrid, que señala que “el talento se debe retener, no se puede jubilar”, ha iniciado una recogida de firmas para exigir la permanencia del doctor Bárcena en su puesto. Como parte de esta campaña ya han logrado 1.840 apoyos, que ayer fueron entregados tanto en el Registro del Hospital Ramón y Cajal como en el Registro de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.