La carrera por consolidar el negocio de la sanidad privada sigue su curso. Según fuentes oficiosas, el grupo hospitalario IDC Salud-Quirón-USP, controlado por el fondo de inversión CVC, ultima la compra de Ruber (Clínica y Hospital Internacional) por cerca de 240 millones de euros. La histórica enseña de la sanidad privada en Madrid era propiedad de los hermanosBergaz Pérez, que llevan varios años intentando vender sin éxito el legado familiar heredado.
Las operaciones se suceden a un ritmo frenético. Han pasado sólo seis mesesdesde que IDC Salud (antiguo negocio de Capio España), propiedad de la firma de capital riesgo paneuropea, adquirió la mayoría de Quirón-USP Hospitales. Con esta inversión, CVC dio un paso de gigante para convertirse en el referente de la sanidad privada en España en todos los segmentos de este mercado, estrategia que ahora lleva al mercado madrileño con la pieza de Ruber.
Esta operación permite a CVC completar el segmento premium que ya tiene en Barcelona, donde Quirón está posicionado desde finales del año pasado tras comprar el centro médico Teknom. Su plan es diversificar el perfil de IDC Salud, dado que en sus orígenes (Capio) se centraba en la gestión de hospitales públicos, y ganar masa crítica en las capitales, doble objetivo que aportan Quirón-USP y Ruber, volcadas en el negocio del servicio sanitario a compañías aseguradoras.
La transacción está a falta de la estructuración del precio. La oferta de IDC Salud a la familia Bergaz por el negocio sanitario de Ruber es de 120 millones, cifra que se ampliaría en otros 100 si se añadieran las rentas a pagar por los alquileres de los edificios de la calle Juan Bravo y de Mirasierra, más otro complemento por ajuste de precio (earn out) vinculado a la consecución de objetivos, como puede ser una futura salida a bolsa, según fuentes financieras vinculadas a las negociaciones.
La determinación de IDC Salud para hacerse con Ruber es total. Hasta el punto de que desde hace días que la operación se da por cerrada en el sector, sobre todo después de que HM (Hospitales Madrid), el grupo sanitario de la familia Abarca, renunciara a poner encima de la mesa más de 200 millones el pasado verano. Desde entonces, Víctor Madera, el hombre de confianza de CVC para desarrollar su estrategia en el negocio de la sanidad privada, negocia en exclusiva por la mítica clínica madrileña.
A falta de estos detalles, a resolverse antes de fin de año, los hermanos Bergaz Pérez venderán el negocio familiar, tarea que encomendaron a Credit Suisse en 2012. El grupo hospitalario fue fundado por su padre, el doctorFrancisco Bergaz Santos en 1942, con el objetivo de ofrecer servicios sanitarios privados de referencia. Su excelencia, sin embargo, no acompaña a los números desde hace algún tiempo, por lo que se sabía que la venta llegaría tarde o temprano.