Hospitales madrileños pagan hasta el 20% más por los mismos fármacos

Los centros podrían ahorrar 1,9 millones de euros si compraran de forma centralizada, advierte un informe de la Cámara de Cuentas

ELENA G. SEVILLANO Madrid 24 NOV 2014 

Equipo médico de la unidad de quemados del hospital de La Paz. / LUIS SEVILLANO

Grandes hospitales madrileños de gestión directa, es decir, enteramente pública, y que dependen del Servicio Madrileño de Salud, pagan los fármacos que compran para administrar a sus pacientes a precios distintos, en algunos casos con diferencias de más de un 20% entre unos y otros. Un informe reciente de la Cámara de Cuentas alerta de estas divergencias y señala que, de pagarse el precio más bajo en todos los centros el ahorro alcanzaría los 1,9 millones de euros.

El informe analiza las compras farmacéuticas en el año 2011 de cuatro grandes hospitales: Clínico San Carlos, Ramón y Cajal, Gregorio Marañón y La Princesa, y se detiene especialmente en los 20 medicamentos con mayor volumen de gasto en cada centro. Solo esos 20 fármacos más gravosos suponen para el erario público 117,7 millones de euros, casi la mitad (44%) de toda la factura farmacéutica de estos cuatro hospitales.

La Cámara de Cuentas analiza los precios medios de esos 20 medicamentos de más gasto y descubre diferencias de precio que en algún caso describe como «mínimas» y en otras como «significativas». En tres fármacos, superan el 21%. En otro es del 8,2% y en seis más las diferencias están entre el 0,9% y el 3,4%. Si esos productos se hubieran comprado al precio más bajo, el ahorro habría sido de centenares de miles de euros en cada hospital, señala el informe.

Un ejemplo lo encontramos en Flebogamma, una inmunoglobulina intravenosa que se administra en casos de leucemia, entre otros. El hospital Gregorio Marañón pagó por cada envase 319,3 euros, mientras que el Ramón y Cajal desembolsó 387,7 euros, es decir, un 21,45% más. El informe destaca que, en este caso, el Gregorio Marañón obtiene el mejor precio y su volumen de compras es el mayor de los cuatro hospitales.

Pero hay otros ejemplos en los que sucede lo contrario. La Princesa obtiene el mejor precio en dos fármacos (Truvada y Atripla) con los volúmenes de compra más bajos. Al Ramón y Cajal le ocurre lo mismo con el medicamento Reyataz. Compran menos que otros hospitales y a pesar de ello las farmacéuticas les hacen mejor precio. Solo en el caso de Truvada, un antirretroviral para tratar el VIH, habría sido posible ahorrar más de 250.000 euros pagando el precio más bajo de los cuatro centros, según el detallado informe de la Cámara de Cuentas.

«La existencia de estas diferencias hipotéticas en estos cuatro hospitales», que se centran únicamente en los 17 productos en los que coinciden todos dentro de los 20 con mayor volumen de gasto, «permite afirmar que la gestión de una compra centralizada de estos productos, al menos habría conseguido el ahorro que se da entre los precios mínimos de esos productos y los precios mayores que han satisfecho el resto de los hospitales», afirma el órgano de control económico de la Comunidad de Madrid.

«Pero no solo eso», añade, «sino que una información de esta naturaleza, de la que puede disponer el SERMAS [Servicio Madrileño de Salud], debería aconsejar, como poco, a promover la aplicación de precios más bajos e idénticos a todos los hospitales con el consiguiente ahorro general en la rebaja de la factura farmacéutica hospitalaria de todo el sistema en la Comunidad de Madrid».

Porque, como continúa el informe, «el importe de las compras satisfechas por esos 17 productos analizados, ha sido de media en los cuatro hospitales algo más de un 2% respecto del que se hubiera pagado si el precio de los 17 productos hubiera sido en los cuatro hospitales el menor de los satisfechos», aunque precisa: «Teniendo en cuenta que no existía la obligación de hacerlo». Es decir, que no hay nada que obligue a los centros a pagar el mismo precio.

El texto detalla los ahorros estimados “si en los cuatro hospitales se hubieran realizado las compras al precio más bajo que alguno de ellos ha pagado”: 295.963 euros en el caso del Clínico San Carlos, 1.057.342 euros en el del Ramón y Cajal y 266.550 y 306.042 euros en el caso de los hospitales Gregorio Marañón y La Princesa, respectivamente.

La Consejería de Sanidad madrileña asegura que “efectivamente, hasta 2011, ejercicio al que se refiere el informe, cada gerencia realizaba los procedimientos para la compra de fármacos hospitalarios, como en otras comunidades autónomas”. Y añade, en respuesta escrita: “Con el objetivo de una mayor eficiencia en las compras, en 2012 se implantó un precio máximo de referencia desde la dirección general de Gestión Económica y Compras de Productos Farmacéuticos para todos los hospitales del Sermas en el caso de las moléculas exclusivas, que son aproximadamente el 80% en asistencia hospitalaria”. “Los hospitales siguen haciendo los procedimientos administrativos de compra, pero siempre con el precio máximo marcado por el Sermas. Si alguna gerencia consigue un precio más bajo debe comunicarlo a la dirección general para ajustar el precio máximo. Este sistema sigue vigente”, concluye.

Según esta respuesta, Sanidad ha hecho caso a una de las recomendaciones finales del informe: “El Sermas debería promover e instrumentar los procedimientos contractuales de compras centralizadas de medicamentos que permitan reducciones sustanciales de los precios de los mismos, introduciendo mecanismos y fórmulas que fomenten la competitividad entre los productores de medicamentos, y especialmente de los de mayor coste para el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid”.

El último informe de este tipo que emprendió la Cámara de Cuentas data de 2011. Entonces el organismo analizó el gasto en farmacia de dos de los mayores hospitales españoles durante 2009, el 12 de Octubre y La Paz. Concluyó que el primero pagó casi dos millones de euros más que el segundo por comprar los mismos 214 medicamentos.

La central de compras de productos farmacéuticos, una de las medidas que más a menudo se invoca para conseguir ahorrar en la factura sanitaria, va tomando cuerpo poco a poco a nivel nacional. En octubre pasado, el Consejo de Ministros aprobó la adquisición conjunta por parte de 11 comunidades, Ceuta y Melilla y el Ministerio de Defensa de 20 de los medicamentos más utilizados en los hospitales españoles. El Ministerio de Sanidad calculaba que el importe de estas compras será de unos 15.000 millones en tres años, y que con esta decisión se podrán ahorrar 15.

Las compras centralizadas en España comenzaron con las vacunas de la gripe A en 2009; después se mantuvieron para las de los años siguientes. También se han aplicado para el resto de las vacunas del calendario oficial, y en 2012 se empezó con productos hospitalarios (epoetinas y anti-TNF) y, por primera vez, material sanitario (guantes, tiras para medir la glucosa, material contra la incontinencia).

El País

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