SANIDAD 2015
Propuestas para un cambio
Si como muchos deseamos, en mayo del 2015, el PP es derrotado en la Comunidad de Madrid y, definitivamente es expulsado del poder, se abriría una nueva situación plagada de desafíos para el partido o los partidos que se vieran en la obligación de asumir la tarea de gobernar.
1.- El PP representa la desigualdad y la corrupción
Los gobiernos del PP en la Comunidad de Madrid han sido apoyados y respaldados por grupos económicos, empresariales y sociales bien conocidos: las grandes constructuras, la patronal madrileña, altos cargos y directivos vinculados a la banca o las cajas de ahorro, los lobbys defensores de los intereses de las farmacéuticas y los laboratorios, la jerarquía católica con personajes tan siniestros como Rouco Varela o Kiko Argüello, los medios de comunicación suplantados (Telemadrid) o afines (COPE, Onda Cero, La Razón, ABC, El Mundo…); es decir, un auténtico entramado económico, social e ideológico que además ha contado con el beneplácito o la apatía de sectores todas las clases sociales (medias altas y bajas sobre todo). Por eso las mayorías absolutas del PP a lo largo de todos estos años.
La sanidad ha sido un sector que ha sufrido especialmente la política de privatizaciones y corrupción por parte del PP. Los contratos con empresas amigas como Capio, Sanitas, Ribera Salud, etc, se han mezclado con favores a amigos como Florentino Pérez, Arturo Fernández, o las puertas giratorias y la corrupción como son los casos de la Gurtel, la operación Púnica y la construcción de hospitales en Móstoles, Collado Villalba, etc.
2.- Hace falta un cambio
Si en mayo las elecciones autonómicas y municipales provocan un gran vuelco, lo será porque amplios sectores de la población madrileña -de todos los grupos y estamentos sociales- den la espalda de una vez al PP y voten opciones de cambio real.
Para ello deberemos ser capaces de movilizar, ilusionar y canalizar el descontento y la indignación de amplios sectores de la sociedad que, hasta ahora, han respaldado a la derecha o a un PSOE afectado también por la corrupción.
El bloque político y social que sea capaz de expulsar del poder al PP tiene que contar con las palancas o instrumentos del cambio. Las clases dominantes son capaces de conseguir mayorías sociales gracias a que cuentan con el poder del dinero y los medios de comunicación sobre todo. El atraso, los prejuicios y otros parámetros hacen que sectores muy grandes de las clases populares (no solamente las clases dominantes o medias altas) hayan votado por el PP en la Comunidad de Madrid. La victoria del PP en la inmensa mayoría de pueblos y barrios populares son un ejemplo.
A diferencia de éstas, las clases subalternas no tienen el poder económico ni recursos mediáticos. Sin embargo la experiencia está demostrando que se pueden conseguir también mayorías sociales: movimientos como el 15M, la Marea Blanca y Verde, o el ascenso de Podemos son una buena muestra.
La clave está por lo tanto en trabajar a pie de calle, mantener la información, la movilización social, democratizar los espacios públicos. ¿Cómo? A través de la auto-organización de los trabajadores en sus centros, de los usuarios en sus plataformas, de los colectivos de enfermos en sus asociaciones; es decir, abriendo un proceso general de empoderamiento de toda la ciudadanía.
El verdadero poder no se toma por el hecho de ir a votar y depositar nuestra papeleta en la urna, se toma por el ejercicio diario del mismo a través de la movilización social y la auto-organización. Al día siguiente de expulsar al PP del gobierno se abre un proceso de lucha entre los partidarios del “viejo orden” y los del nuevo. Digamos que con las elecciones son el comienzo y no el final de un largo camino.
3.- Auditoria, luz y taquígrafos
El paso del PP por la Comunidad de Madrid dejará un fétido rastro de corrupción institucional como es obvio. ¿Qué hacer al día siguiente de entrar al gobierno? Está muy claro: levantar las alfombras y limpiar la casa. Esto en cuanto a la consejería de sanidad y salud debería significar una auditoría de la totalidad de las cuentas y presupuestos, así como sacar a la luz y denunciar vía jurídica todas las irregularidades y contratos que la vieja administración haya hecho con las empresas privadas. Es importante que todas las responsabilidades políticas y penales de los actuales dirigentes y cargos públicos (así como de los empresarios involucrados en corrupción) sean juzgadas y castigadas.
4.- Gobernanza en los nuevos tiempos
No basta con que nuestras propuestas programáticas sean justas; es preciso seguir ilusionando a la gente. Más importante aún cuando se accede a las instituciones. Frente a la opacidad, transparencia de gastos, contratos y nombramientos.
Frente a la jerarquización clasista actual, participación de los trabajadores, usuarios y asociaciones de pacientes.
Frente al despilfarro y la ineficiencia, control social, democrático y auditorias independientes.
El nuevo gobierno debe basarse en una práctica donde no se repitan viejos errores. Por ejemplo, no se pueden nombrar los cargos a dedo, se deben cuestionar todos los puestos de confianza que no estén basados en méritos objetivos y profesionales (gerencias, directores, jefes de servicio y unidades, coordinadores…). Y al mismo tiempo, la capacidad profesional tiene que estar al servicio del bien público y no de intereses privados.
5.- Un plan de medidas necesarias
Numerosos colectivos y plataformas de la Marea Blanca han formulado extraordinarios planes y propuestas de cambio para mejorar la salud y el sistema sanitario madrileño. Por lo tanto no voy a repetirlas sino a señalar algunos lineamientos muy generales.
5 a.- Destitución inmediata de todos altos cargos de la administración, gerentes de áreas, directores generales, de atención especializada o primaria, recursos humanos… Auditorias de cuentas y exigencia de responsabilidades administrativas o penales si las hubiera. La elección de todos estos puestos tendría que ser siguiendo criterios de transparencia, equidad y revocabilidad, además de participación social y profesional.
5 b.- Plan de choque contra la marginación social, desnutrición infantil y la pobreza. Universalización para toda la población de todos los recursos sanitarios (atención primaria y especializada, salud pública y mental…). Toda persona residente o no en la Comunidad de Madrid debería ser atendida sin necesidad de abonar un solo euro. Se estudiarán todos los copagos farmacéuticos y de servicios. El RD de ley 16/2012 no se debería aplicar a nuestra Comunidad.
5 c.- Derogación de todo el Plan de Sostenibilidad del Servicio Madrileño de Salud que se aprobó en los presupuestos del 2012. Eso significa entre otras cosas: la recuperación del Carlos III, la Lavandería Central y el Centro de Transfusión. Quedaría también derogada la ley de acompañamiento a los Presupuestos por la que se decidió la privatización de las 26 categorías profesionales no sanitarias. La nueva Consejería de Sanidad asumiría la recuperación de la Dirección de Salud Pública liquidada por la anterior administración.
5 d.- Revisión presupuestos 2015. Financiación pública para recursos públicos (la trasnferencia de recursos públicos a manos privados no hace sino crecer). Revisión y revocación (llegado el caso) de los contratos y acuerdos con empresas privadas (subcontratas de servicios y limpieza de centros sanitarios que no se ajustan a los protocolos de calidad y eficiencia), fondos de inversión e institutos con ánimo de lucro. A medio plazo se debería establecer una hoja de ruta para la recuperación del patrimonio público privatizado. También un compromiso, a medio plazo, para acabar con las derivaciones de pruebas diagnósticas, intervenciones o consultas clínicas y centros privados; poniendo todos los recursos humanos y materiales disponibles del Servicio Madrileño de Salud.
5 e.- Mejora de las condiciones laborales del colectivo sanitario y no sanitario del SERMAS: aumentar las plantillas al menos a los niveles anteriores a la recesión de la economía española (2008). Acabar con la precariedad haciendo 11.000 nuevos interinos (que son las personas que llevan años con renovaciones temporales). Sacar todas las plazas vacantes (amortizadas por jubilaciones o las que se vayan creando nuevas) para sustituirlas por personal estatutario fijo. Recuperación de la masa salarial perdida a efectos de la supresión de la paga extra y otros recortes sociales.
Estas serían algunas de las propuestas a debate para la elaboración de un programa de gobierno para el cambio en el servicio de salud de todas y todos los madrileños.
Jesús Jaén (Trabajador del Hospital de La Princesa)
24 de noviembre de 2014