- Un grupo de simpatizantes del partido de Pablo Iglesias registra un sindicato “independiente” pero que comparte “sus principios éticos de transformación”
- Podemos saluda la iniciativa aunque recuerda que no existe “ningún tipo de vinculación orgánica” con la formación y muestra “mucho respeto” por las organizaciones que ya existen
- El modelo sindical que defienden es la toma de decisiones asamblearia, la autofinanciación y sin liberados
Aitor Riveiro 31/10/2014
“El modelo actual está agotado, salpicado por la corrupción y liderado por unas castas que han traicionado a sus bases”. La frase podría pronunciarla un dirigente de Podemos en cualquiera de sus intervenciones televisivas. O uno de sus simpatizantes. De hecho, es así. Pero no pertenece al argumentario del partido que lidera Pablo Iglesias, sino al primer documento que ha publicado Somos, un sindicato que se declara independiente pero que surge del magma de Podemos.
Somos se fraguó en Plaza Podemos, una de las herramientas telemáticas de las que se ha dotado el partido para organizar a sus bases y fomentar su participación, pero también donde se reflejan las críticas o descontentos. De este foro surgieron las iniciativas que se opusieron al modelo de partido propuesto por el equipo de Pablo Iglesias; es donde los miembros más destacados de Podemos se someten a las preguntas de sus seguidores; y donde se recogen propuestas y se debaten. Entre ellas, hace ya tres meses, la de crear un “nuevo modelo sindical”. Un mes después ya contaban con documentos de trabajo. Y este viernes, se han registrado oficialmente como sindicato.
Los promotores, Podemos Sindicalistas, son un círculo sectorial oficial. Y en su documento ético reconocen que «el origen de Somos” es “el movimiento social Podemos” con el que comparten “sus principios éticos de transformación”. “No nos produce ningún complejo que se nos asocie con dicho movimiento” continúan, pero aclaran: “Nuestro devenir va a ser totalmente independiente y ligado a lo que decidan nuestras bases”.
Otra de las señas de identidad de Podemos, la transversalidad, también está contemplada por Somos: «No tendremos ninguna ideología como base de nuestra actividad para así centrarnos en nuestra labor». Para ello, no se cierran a sentarse en las mesas de negociación con empresarios: «Nuestras puertas siempre estarán abiertas al diálogo constructivo con el Estado y la Patronal».
Desde el partido también hacen hincapié en esta independencia aunque saludan su creación y reconocen que ha surgido “al calor de Podemos”. “No es de Podemos, pero quieren llevar nuestro espíritu”, asegura un portavoz del partido de Iglesias. “No tienen vinculación orgánica con nosotros, pero tampoco necesitan nuestro sello”, continúa. “Lo recibimos bien, como a cualquier grupo de gente que trabaje para regenerar y democratizar el país”.
Podemos marca distancias con Somos y lanza un guiño a los sindicatos tradicionales: “Tenemos un gran respeto por los sindicatos y sindicalistas que ya estaban ahí y por la labor que realizan”.
Asambleario, autofinanciados y sin liberados
Las bases del “nuevo modelo sindical” que sus promotores quieren que represente Somos las han puesto 69 personas entre las que, dicen, están sindicalistas en activo, exsindicalistas, autónomos y juristas. El resultado del debate, publicado este viernes en el lugar que les unió, está sometido “a la soberanía de las asambleas para su análisis, revisión, enmiendas y, si cabe, refrendo”.
El asamblearismo será, según el borrador ético que han expuesto, su sistema de toma de decisiones. La elección de cargos se hará por listas abiertas y estos tendrán que alternarse “para que nadie se perpetúe en el cargo”. Su vocación es implantarse en todo el territorio español y constituirse “como un referente internacional del sindicalismo”. Y denuncian la infrarrepresentación de las mujeres. «Somos quiere renovar el sindicalismo mayoritariamente masculino poniendo a la mujer en un plano de igualdad en la lucha por los derechos laborales», asegura el documento, que no vuelve mencionar la palabra mujer.
Los dos elementos diferenciadores con el resto de sindicatos mayoritarios están en la financiación y en la representatividad. “Las fuentes de financiación exclusivas de Somos serán las cuotas y donaciones de nuestros/as simpatizantes”, asegura el borrador ético. Conscientes de que algunas ayudas públicas son irrenunciables, Somos plantea no usar ese dinero internamente, sino destinarlo a “proyectos específicos dentro del ámbito de nuestra actividad” con transparencia, y presionar al “Estado para que se anulen todas la subvenciones a sindicatos”.
Además, Somos renuncia “a las partidas destinadas a la formación” y se anticipan a los que puedan criticar este paso por considerar necesarios dichos fondos: “La sociedad necesita signos claros de honestidad”.
En cuanto a sus representantes, Somos no renuncia a las garantías sindicales que la legislación dispone “por considerarlo un instrumento fundamental que evite los abusos y las presiones que se dan actualmente contra quienes están en primera línea”. Tampoco renuncian a las “horas sindicales” aunque sí prometen mayor control sobre su uso.
A lo que sí renuncia Somos es “a los trabajadores/as liberados que tan funesta fama tienen” pese a que, tal y como reconocen, “es indudable que muchos de ellos realizan un gran y honesta labor por todos nosotros”.