La expresidenta regional, Esperanza Aguirre, prometió en la campaña electoral de 2003 que «ningún madrileño» esperaría más de 30 días para ser operado. También prometió, en un debate televisado por Telemadrid, que dimitiría si no lo conseguía. Según los últimos datos publicados por Sanidad, a fecha de marzo de 2014, el número total de pacientes a la espera de intervención quirúrgica en la Comunidad de Madrid alcanzaba un récord histórico: 75.184 personas. El tiempo de espera medio para los que no aceptan la primera propuesta del call center es de 103,6 días. Para los que sí la aceptan es de 11,4 días, es decir, la diferencia es de tres meses de media.
Del total de pacientes en espera, 36.126 (el 48 por ciento) «voluntariamente han preferido mantenerse en espera para ser intervenidos en el hospital de su elección». En 2004 esta cifra era de 5.969 (el 10,9 por ciento). El aumento de la lista de espera, según UGT, en parte se debe a la pérdida progresiva de recursos y precisamente a que mucha gente no acepta las derivaciones a hospitales privados o privatizados y exige ser operada en un hospital público cuando les llaman del call center. «Los profesionales hacen una labor de docencia muy válida con los pacientes y muchos se quedan más tranquilos siendo operados en su hospital de referencia», dice Julián Ordóñez, portavoz de Sanidad del sindicato. «Esto se une a la campaña puesta en marcha por la ‘marea blanca’, que ha explicado a la gente cuáles son sus derechos», añade. Y es que en enero distintas asociaciones y plataformas presentaron la campaña ‘Yo elijo 100% pública’ en la que pedían a los usuarios del Servicio Madrileño de Salud que rechazaran las derivaciones pues, a su juicio, suponen una «privatización encubierta» del sistema.
El consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, considera que los pacientes que no quieren cambiar de centro sanitario para ser operados «están en su derecho». «Intentaremos que los ciudadanos, que tienen su libre elección, vayan reconsiderando que los centros que se les oferta tienen plena garantía y que han estado funcionando hasta ahora«, declaró tras conocer los datos. No obstante, Rodríguez considera «irresponsable» hacer campaña contra las derivaciones: «Esperando uno se puede morir. Por tanto quien realiza esa campaña que asuma su responsabilidad», dijo en rueda de prensa, según recoge Europa Press. Un portavoz de la Consejería apunta que las derivaciones en Madrid han pasado del 16 por ciento al 4,3 por ciento.
El caso de Emilia Padilla supera con creces la media sin, según dice, haber rechazado ninguna opción. Entró en lista de espera para extirparse un tumor en el cuello el 17 de febrero de este año y no fue operada hasta el 28 de mayo, es decir, estuvo cien días esperando. «El médico del Gregorio Marañón me dijo que igual me llamaban de la Fundación Jiménez Díaz -hospital propiedad de IDC Salud (antes Capio) concertado con el Servicio Madrileño de Salud- porque estaban llamando mucho de ahí para este tipo de operaciones, pero no me vi en el caso de tener que decidir porque no me llamó nadie», sostiene. «Puede que hubiera elegido la primera opción, porque genera mucha ansiedad estar esperando cuando sabes que tienes un tumor y no sabes si es bueno o malo«, añade. Padilla, muy enfadada, puso una queja en Sanidad. A la Consejería no le consta ningún caso de este tipo.
FUENTE: Elaboración propia a partir de datos de la Consejería de Sanidad