El hospital dice que la medida obedece a una “reordenación de funciones”
La gerencia del hospital del Vall d’Hebron destituyó ayer al jefe de urgencias, Xavier Jiménez, apenas diez días después de que el médico denunciase, en una carta dirigida al Instituto Catalán de la Salud (ICS), el colapso del servicio. Frente a las voces del centro que achacan directamente el cese a la denuncia hecha pública por el facultativo, el hospital atribuyó la decisión a “una reordenación de funciones” del centro. Jiménez pasará a ocupar un puesto menos visible en el organigrama del Vall d’Hebron, como coordinador del programa de enfermos crónicos del centro. La jefatura de urgencias pasará a manos de Assumpta Ricart, hasta ahora adjunta a la dirección y jefa del mismo servicio en el hospital concertado Moises Broggi.
Jiménez y los demás adjuntos del área alertaron a las instituciones sanitarias (aparte del ICS, también informaron al hospital y al departamento de Salud) de que el volumen de trabajo de las urgencias y la falta de drenaje de pacientes a planta obligó a dejar a varias personas en los boxes del servicio durante cinco días a la espera de una cama en planta. Además, explicaron, el área contaba con dos médicos menos desde principios de junio, lo que incrementaba la carga de trabajo a cada facultativo. La gerencia, por su parte, achacó el colapso a “un pico inesperado” de pacientes durante tres semanas en junio y rechazó que se tratase de un problema “crónico” de las urgencias, como denunciaban los facultativos.
Fuentes de urgencias calificaron la destitución de Jiménez como “un castigo” por sus denuncias y se mostraron “enfadados y furiosos” por la decisión de la gerencia. “No es que los trabajadores estén pidiendo un aumento de sueldo, sino que se mejoren las cosas, por el bien de los pacientes”, indicó un empleado del centro. Una portavoz del hospital insistió en que Jiménez “no ha sido destituido, sino que se le han cambiado las funciones” y aludió a su experiencia para defender su nuevo cargo como coordinador del Plan Estratégico de Enfermos Crónicos del centro sanitario.
El hospital englobó la destitución de Jiménez dentro del “proceso de mejora del servicio de urgencias del área general que se inició en enero de 2013”. El año pasado, el centro culminó las obras de mejora del servicio, en las que se incluía una ampliación de 30 camas en el área de observación, una zona de consultas para urgencias menores y la incorporación de dos supervisores de enfermerías para gestionar el flujo de pacientes, entre otras medidas. Sin embargo, para los trabajadores, “no se ha abordado desde la raíz” el problema del colapso de las urgencias. “Puedes tener a pacientes en mejores condiciones en urgencias, pero si no fluyen, si no eres capaz de hacer un buen drenaje a planta, la presión será mayor. La raíz del problema sigue ahí”, apuntaron fuentes del servicio.
Los trabajadores reiteraron que, desde hace un año y medio, la situación en urgencias se ha vuelto “insostenible” y, aunque el hospital ha intentado quitar hierro al asunto, insisten en que la saturación del servicio empeorará durante el verano, cuando se reducirá todavía más el número de camas abiertas. De hecho, según los sindicatos, Vall d’Hebron cerrará 225 de las 1.100 plazas de las que dispone