Los trabajadores del centro denuncian el cierre del Servicio de Traumatología, de nueve quirófanos y tres plantas más de hospitalización. El hospital asegura que los cierres se deben a unas obras.
Los trabajadores del Gregorio Marañón se han movilizado para denunciar el “desmantelamiento”del hospital por parte de la Comunidad de Madrid. Los profesionales afirman que se está produciendo un “ataque” contra el centro y que la Consejería de Sanidad pretende cerrar el Servicio de Traumatología, nueve quirófanos de la primera planta y tres plantas más de hospitalización.
Así lo indica la Coordinadora Gregorio Marañón en su página web, que afirma que se está dando diversas órdenes en el centro que van a suponer el “desmantelamiento” del hospital. Concretamente, habla del Servicio de Traumatología, que actualmente cuenta con “1.500 pacientes en lista de espera” pero “se cierra la planta primera, área 1400, un tercio del servicio de trauma, todo ello con el posible cese del personal interino”.
No obstante, la cosa parece no acabar ahí, ya que los trabajadores del Gregorio Marañón denuncian también que hay “rumores” que apuntan al “cierre de los nueve quirófanos de la primera planta y tres plantas más de hospitalización”.
“Así es como los gobernantes de la Comunidad de Madrid pretenden seguir gestionando la Sanidad pública de todos”, se quejan los profesionales de este centro hospitalario, que afirman que las medidas del consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, son “más de lo mismo”. “Siguen reventando la Sanidad… y nosotros aquí para impedírselo”, concluyen.
Y su denuncia no ha tardado en suscitar comentarios en redes sociales como Twitter, donde algunos usuarios se han apresurado a cargar contra los “sinvergüenzas” del PP que “tras el éxito electoral cierran una planta entera de trauma en nuestro maltrecho hospital” y afirman que “lo siguiente será interinos y enfermeras a la calle”.
Asimismo, hay otros que critican que “mientras que la Fundación Jiménez Díaz tiene un aumento fuera de presupuesto del 200% en el Gregorio Marañón cierran una planta de nueve quirófanos y tres plantas de hospitalización”. Además, dicen que “de momento no ha habido despidos, aunque no sería extraño que no se renueven contratos”.
El Gregorio Marañón lo desmiente
Por su parte, el Hospital Gregorio Marañón ha emitido un comunicado en el que “desmiente cualquier acusación sobre una posible reducción de especialidades de su cartera de servicios”.
En la mencionada nota, el centro afirma que “aprovechando una bajada coyuntural en los ingresos de traumatología” se acometerán “obras, habituales y necesarias, de remodelación y mejora en un área de hospitalización de este Servicio”. Tal y como explica el hospital, “esta actuación se llevará a cabo en el menor tiempo posible” y las obras de mejora “no afectarán a la lista de espera ni a la actividad de los quirófanos, que se mantiene sin variación”.
Asimismo, este centro asegura no haber efectuado despidos de personal eventual o interino con motivo de dicha remodelación del área de hospitalización de Traumatología. Y sobre la actividad asistencial, el Gregorio Marañón señala que “dispone de camas suficientes para absorber la demanda de ingresos en dicha área”.
“El Hospital Gregorio Marañón niega que se hayan cerrado quirófanos ni alterado la actividad quirúrgica programada”, y “desmiente cualquier acusación sobre una posible reducción de especialidades de su cartera de servicios”.
Protestas hace un año
Precisamente hace algo más de un año, en marzo de 2013, decenas de médicos protagonizaron una protesta a las puertas del Gregorio Marañón para denunciar el “desmantelamiento encubierto” del centro. Según dijeron los profesionales, se habían producido diversos recortes en Urgencias mediante la reducción de las guardias de oncología y otorrinolaringología, y también se había dejado el servicio con un anestesista menos.
Aunque la cosa no quedó ahí. Denunciaron también que se habían reducido las cirugías al 50% y que ya no se hacían endoscopias en el centro, sino que se mandaban todas fuera. Y al mismo tiempo se quejaban de que se estaba deteriorando tanto la calidad asistencial como la investigación y la docencia cuando el Gregorio Marañón siempre ha sido un “hospital puntero”.