ACERCA DEL DOCUMENTO “PROPUESTAS DE FUTURO EN LA ATENCIÓN PRIMARIA MADRILEÑA”
Hace unos días la Plataforma de Equipos Directivos y Representantes de Centros de Salud difundió el documento que lleva por título “PROPUESTAS DE FUTURO EN LA ATENCIÓN PRIMARIA MADRILEÑA”. Este se había presentado como borrador en unas Jornadas que la citada Plataforma había organizado para darlo a conocer, y promover el debate acerca del futuro de la Atención Primaria Madrileña.
En una primera valoración del mismo hay que destacar el esfuerzo de elaboración y síntesis que representa para la AP actualmente. Y lo acertado y necesario de impulsar un debate entre todos los miembros de todos los equipos de AP, que debería concluir en otro documento más amplio fruto del consenso de todas y todos los profesionales. Con la idea de que sirva para la acción en defensa de la mejora de este nivel asistencial.
Estructurado en cuatro apartados, desarrolla en el primero la AP como “pilar básico de sistema sanitario público español”. Se posiciona en contra de su privatización y se hacen propuestas entre otras encaminadas a la defensa de una “titularidad y gestión pública de todos los bienes y recursos”. Para lo que creen necesario derogar la ley 15/97 y RD 16/2012. También incluye la petición a los políticos para que se alcance un Pacto por la Sanidad.
En el segundo apartado “de cambio en la estructura del SERMAS” se aboga por una “suficiencia de recursos humanos”, sobre la mejora de la “estructura física de los centros”, sobre la “modificación de la estructura de Área Única, para definir el marco más adecuado que apoye la autonomía de gestión en los Centros de Salud.” Se defienden unos Directores de Centros con nombramientos y funciones definidas, así como con tiempo y recursos necesarios para su desempeño. Y unos Contratos Programas “adaptados a las singularidades de cada CS, con los recursos materiales y humanos necesarios y con estrategias asumibles y factibles.”.
El tercer apartado sobre “potenciar a los profesionales” trata del reconocimiento laboral y profesional, carrera profesional, participación profesional en la elaboración de los objetivos del CP, elaboración de criterios de evaluación y motivación por CS y profesional incluidos en el pacto de Contrato. Así como del reconocimiento del papel docente pregrado y postgrado de los CS. Se incluye el apoyo a la gestión pública de todos los sistemas de citación y el desarrollo y potenciación de la Unidades de Apoyo.
Y en el cuarto apartado se trata de las propuestas dirigidas a los ciudadanos, incluyendo la “atención sanitaria como derecho fundamental”, el Desarrollo de la “Estrategia AP 21 del Consejo Interterritorial de 2006”, impulsando la participación ciudadana y la planificación basada en las necesidades en salud. “Garantizar un Sistema Sanitario Público, universal y de calidad para toda la ciudadanía, reconocido como derecho frente al concepto de aseguramiento”. “Asegurar una atención de calidad basada en la continuidad y los cuidados compartidos”, “Toda actividad asistencial debe estar diseñada para prestar cada actividad en el lugar y momento idóneo para el paciente.” Y “propiciar y mejorar la coordinación socio-sanitaria y la acción intersectorial.
En definitiva se puede constatar que se trata de un documento que, a pesar de tratar algunos aspectos de forma muy general, entra en otras cuestiones de más calado. Entre estas unas que en mi opinión apoyaría la gran mayoría de trabajadores/as de AP como por ejemplo la propuesta de derogar leyes que son los pilares de la privatización y del cambio de modelo. La apuesta por una verdadera participación ciudadana, o la Titularidad y gestión pública. Y, sin embargo, otras que no creo sean de consenso mayoritario como un Pacto por la Sanidad, o la autonomía de gestión de los CS.
Algunas consideraciones
El documento elaborado se presenta para su difusión y debate en los CS con el doble objetivo de servir para el debate en los equipos, y dar impulso a la participación de sus miembros en la nueva Plataforma de Centros de Salud que se ha creado. En ésta se incluyen todas las personas que trabajaron tanto en la Coordinadora de Equipos de Atención Primaria de Madrid (CEAPM), como en la Plataforma de Equipos Directivos.
Se ha manifestado en su presentación que “ya no hay enfrentamiento con la Consejería de Sanidad” olvidando al parecer las movilizaciones de la Marea Blanca y las campañas, como las de Yo Elijo Sanidad 100×100 Públia, que se continúan dando en Madrid. Se dice esto porque la Consejería ha retirado el Plan de Garantías, Manifestando que la Consejería ha retirado el Plan de Garantías. Acaso se ignora cómo se sigue privatizando la sanidad madrileña. Cómo se transfieren fondos públicos a manos privadas a través de las derivaciones. Y cómo ha respondiendo la Consejería con amenazas y represión a los y las profesionales de AP por informar de esta campaña.
En primer lugar ¿Se está pidiendo a la Consejería una negociación? Porque nos guste o no los sindicatos de la Mesa Sectorial son los que tiene la legitimidad para negociar. Y aunque la puedan ganar en determinadas situaciones otros colectivos con gran respaldo de las y los trabajadores sanitarios en las asambleas, este no es el caso de la Plataforma de Equipos Directos, pues aunque se puso a la cabeza de las movilizaciones pasadas en ningún momento recibió el respaldo para una negociación.
En segundo lugar, pedir que los políticos alcancen un Pacto por la Sanidad implica al menos dos cuestiones. Desconocer que la sanidad, el sistema sanitario público, no es algo neutro sino un tipo de organización reflejo de la sociedad, y de la correlación de fuerzas existente en cada momento histórico. Claro que la sanidad como la salud tiene ideología. Por lo tanto, abogar en el contexto actual por un Pacto por la Sanidad mientras no se derroten las políticas de austeridad, y el pago de deuda no sea prioritario, es tanto como pedir a la UE que en el Tratado de Lisboa se incluya un modelo sanitario público, universal y de calidad para todos los Estados miembros, y se excluya la sanidad de todos los Tratados y Directivas donde se persigue su mercantilización.
En tercer lugar, se apoya la autonomía de gestión “como modelo en AP”, “entendiendo como tal la capacitación del CS para la toma de decisiones en la planificación y gestión de sus recursos humanos y materiales”… No se con cuanto respaldo cuenta esta iniciativa entre los y las profesionales de AP, pero de cualquier forma pienso que es el primer paso para lo que pretende conseguir la Consejería, el Foro de la Profesión y el “campo” de los privatizadores, instaurar las Unidades de Gestión Clínica. Además, a pesar de las bonitas palabras, esto no es ni más ni menos que dotar a los CS, mejor dicho, a los Directores de Centros de Salud de la capacidad de contratar y despedir, de ahorrar en un capítulo para llevarlo a otro, en base a qué, ¿a lo que decida el Equipo Directivo de cada equipo de AP?. Se pide transparencia… y “herramientas informáticas accesibles desde los CS para agilizar la contratación de personal suplente y/o eventual”…
Reclamar autonomía de gestión en un contexto de recortes y privatizaciones es como poco olvidar la situación de colapso presupuestario que vive la AP madrileña. Cuando a mi entender de lo que se trataría en un principio es de exigir un incremento de la inversión hasta del doble en los próximos ejercicios, y una descentralización del mismo hasta el nivel de la administración de las Áreas Sanitarias, si de verdad nos creemos que es el pilar del SNS.
En cuarto lugar, se asume sin crítica como herramienta de gestión el CP, cuando es el exponente de un tipo de administración y organización gerencialista que ha llevado a la sanidad a primar los resultados económicos sobre el impacto en la salud de la atención sanitaria.
En quinto lugar, se aboga por modificar la estructura de Área Única, para “definir el marco más adecuado que apoye la autonomía de gestión en los CS”. Está claro que no se exige una nueva estructura organizativa para mejorar la administración y planificación de AP en diversas áreas más cercanas a la ciudadanía y a las y los profesionales, donde hacer realidad en la práctica la participación. Por eso no es creíble la critica que se hace de la burocratización del sistema, cuando se apuesta por una autonomía de gestión que la multiplicaría de forma exponencial con Directores de Centro -verdadero brazo armado de las DA-, Equipos Directivos de los CS, Comisiones de Apoyo del CS, etc. etc. etc.
En resumen se trata de un documento válido si con ello se pretende iniciar un debate que se extienda a todo el colectivo de AP. Que después de unos plazos razonables se pueda modificar y enriquecer mediante todas las aportaciones recibidas. Posteriormente deberá contar con un amplio respaldo en una gran asamblea.
Carmen San José
Médica de Familia
Miembro del MATS
A mi este documento me enseña sobre AP y por logica y la confianza estoy de acuerdo con todo lo que dices, Carmen, pero me surgen preguntas, quizas por desconocimiento , en cuyo caso pido disculpas de antemano :
Una de las razones de la falta de transparencia en el manejo de los hospitales es que sus gerentes son puestos politicos, nombrados «a dedo». No responden a la culminacion de una carrera basada en meritos profesionales respecto de sus colegas y de acuerdo a baremos iguales para todos.
Entre usuarios hacemos la comparacion siguiente : para ser barrendero en Madrid , hay que pasar oposiciones ; incluso para ser suplente de barrendero !
para ser director de hospital hay que ser amigo de tal o cual.
mi pregunta : en los centros de salud como nombran a los directores ? existe ya un mecanismo basado en criterios profesionales ?
un abrazo
Michel
No hay un mecanismo estandarizado para acceder a Director/a de CS. Se realizan cursos ad hoc para los y las profesionales que desean presentarse.
Y aunque debería ser, en mi opinión, un puesto que tenga el visto bueno o consenso de todos los miembros del equipo, para el buen funcionamiento, se prima el criterio de las Direcciones Asistenciales para su elección.
Y no ha habido un reclamo de los medicos de Ap para profesionalizar el acceso a esta ( y quizas otras ) responsabilidades ?
Estos criterios actuales deben dar lugar a mas de una injusticia, y acceso a esos puestos a gente incompetente profesionalmente aunque afines al poder de turno.
Como usuario entiendo que la supresion de las areas debe dificultar el analisis de las necesidades sanitarias que debe atender un hospital o un centro de salud, ya que no pueden anticiparse con certeza a cuanta poblacion y de que tipo deben atender.
Si ademas,los que dirigen son «amiguetes» ,la situacion se hace todavia mas preocupante para los usuarios.