CCOO denuncia que los médicos residentes de ese centro hospitalario acudieron obligados al “sermón a base de encíclicas” y que muchos se marcharon “indignados”.
El Hospital de Guadalajara ha obligado a sus médicos residentes (MIR) a acudir a una charla sobre el aborto impartida en el centro por un cura. Así lo ha denunciado CCOO en un comunicado, en el que afirma que el sacerdote ofreció en realidad “un sermón a base de encíclicas” que no gustó nada a los asistentes, lo que quedó de manifiesto ya que muchos se marcharon “indignados” de la sala.
Según ha informado el sindicato, el pasado 18 de marzo comenzó el curso ‘Introducción a la Bioética’, obligatorio para los residentes del Hospital de Guadalajara y organizado por el Comité de Ética Asistencia, responsable de fijar los contenidos y nombrar a los ponentes.
CCOO explica que esa misma mañana el ponente encargado de una de las exposiciones de la tarde comunicó su imposibilidad de participar en el curso debido al fallecimiento de su madre, por lo que desde la coordinación de la actividad docente se planteó que la charla fuera impartida por don Felipe Corella, licenciado en Derecho y uno de los sacerdotes del Hospital.
Lo sorprendente, dice la organización sindical, es que uno de los temas que se iba a tratar era el aborto, por lo que durante su intervención el prelado “más que una charla” lo que hizo fue “soltar un sermón lleno de juicios de valor subjetivos sobre este tema, además de leer encíclicas papales de la Iglesia Católica”.
Ante esto, señala CCOO, “varios de los médicos residentes, obligados a hacer dicho curso para cumplir con sus objetivos docentes, abandonaron la sala indignados”.
“No debemos olvidar que estamos formando Especialistas de un Sistema Sanitario Público y que entre los componentes del Comité de Ética Asistencial, formado por diferentes miembros del Hospital, se encuentran profesionales de todo tipo. Creo que el menos indicado para dar esta charla era precisamente el sacerdote”, ha dicho la responsable de la Federación de Sanidad de CCOO en Guadalajara, Práxedes Rodríguez.