- Un tribunal declara nula la jubilación forzosa de un médico en Madrid por «falta de motivación», aunque el doctor, ya no puede reincorporarse por edad
- El Gobierno regional aplicó esta medida a más de 500 profesionales de golpe motivada por su plan de recortes
- «Faltan médicos y se están deshaciendo de ellos», asegura José Manuel Fernández Amo
Raúl Rejón 20/03/2014 –
La jubilación forzosa del doctor José Manuel Fernández Amo ha sido declarada nula.
José Manuel Fernández Amo no quería jubilarse. Tras 38 años como médico, seguía disfrutando de su trabajo en el centro de salud Los Pedroches de Leganés. Pero la Comunidad de Madrid decidió convertirlo en pensionista a la fuerza como parte de su plan de ahorro. Ahora la Justicia le ha dado la razón. Y aunque ya es tarde, considera esta sentencia «una victoria moral».
En 2013, el Gobierno autonómico se deshizo de golpe de unos 500 médicos mediante una nueva normativa de Recursos Humanos que impedía que la mayoría de doctores ejercieran más allá de los 65 años. Era parte de su plan de Sostenibilidad del Sistema Sanitario. Fernández Amo recurrió y, en primera instancia, ha ganado. Un juez del Tribunal de lo Contencioso ha anulado su jubilación forzosa «por falta de motivación».
«Ya no puedo reincorporarme porque cumplí 70 años en enero, pero estoy satisfecho», cuenta a eldiario.es nada más conocer la sentencia. «Me acaba de llamar la abogada», detalla, mientras desgrana sus reflexiones.
«Cuando cumplí los 65, solicité la ampliación. Tuve que exponer los méritos y currículo, además de pasar una prueba psicotécnica revisada por un médico laboral. Lo pasé y continué viendo pacientes», relata este médico. Pero cuando faltaban ocho meses para su jubilación, sobrevino el Plan de Recursos Humanos de Madrid que diseñó el Gobierno de Ignacio González y con el entonces consejero Javier Fernández-Lasquetty. Era parte del paquete de recortes sanitarios.
«¿Que no hacen falta sanitarios? Yo estaba desbordado»
«Me exigieron una nueva solicitud y otra justificación». Y le contestaron que «no era apto para ser médico». «Algo pasa cuando se están limpiando de médicos y existe una carestía de profesionales», analiza Fernández Amo. ¿Que no hacen falta sanitarios? «Todo lo contrario», asegura. «Los que ahora ejercen están saturados. Yo mismo estaba saturado hasta el día que me tuve que ir. Me adjudicaban tres minutos por paciente para llegar a 60 diarios».
Los planes de Madrid incluyen que la plantilla de especialistas se rebaje en 1.200 profesionales en cinco años, al autorizar únicamente un 30% de prolongaciones de actividad médica.
Esta jubilación forzosa retroactiva es la que el Tribunal de lo Contencioso ha considerado ahora nula por falta de argumentación por parte de la Consejería de Sanidad. «En realidad es que utilizaron el mismo modelo para todos», matiza la abogada que ha llevado el caso para laAsociación de Facultativos AMYTS, Rosa María Guardiola. «Les exigieron una nueva solicitud a cada uno y contestaron de manera genérica según un modelo para médicos de cupo, para especialistas o para Atención Primaria».
La abogada calcula que unos 120 médicos han recurrido a los tribunales pero que «hay 34 juzgados de lo Contencioso en Madrid, cada uno decidirá según su criterio». El Nº 10 desestimó una demanda parecida. «Cuando lleguen los recursos al Tribunal Superior de Justicia, se unificarán», avisa Guardiola. Ella apeló la desestimación, la Comunidad de Madrid lo hará con el caso de Fernández Amo.
«Querían ahorrar dinero y arremetieron contra los médicos», insiste José Manuel Fernández Amo. Los profesionales de largas carreras –en este caso, de casi tres décadas– son los más costosos desde el punto de vista económico, porque acumulan derechos y trienios que deben abonarse cada mes. «Fue un broche funesto para cerrar de mala manera tantos años dedicados a la medicina», concluye Fernández Amo. «Una auténtica salida por la puerta de atrás».