- Los profesionales de la sanidad denuncian casos de desviaciones a centros privados desde el sistema sanitario público bajo el argumento de las grandes listas de espera existentes
- Las analíticas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas son los tratamientos que más se derivan a lo privado
Vuelta a las calles de Madrid para poner de manifiesto que la sanidad no se vende. La lucha de la marea blanca ya empezó a dar resultados tras la paralización del proceso de privatización de seis hospitales. Sin embargo, los profesionales y usuarios de la sanidad creen que es necesario seguir peleando hasta que la Comunidad de Madrid renuncie totalmente a sus planes de privatización. Por decimoséptima vez, este domingo tomaron las calles desde el Hospital de la Princesa hasta la Puerta de Alcalá para protestar contra las derivaciones de pruebas a centros privados y reclamar que la paralización del proceso de privatización de hospitales se formalice en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Las analíticas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones a clínicas y hospitales privados desde centros públicos están siendo las derivaciones más frecuentes, según denuncian los sanitarios.
“Han guardado el proyecto [de privatización de hospitales] en un cajón pero no han renunciado a él”, afirmó Carmen Otadui, supervisora de enfermería en el hospital de la Princesa. “Muchos creemos que hay que estar alerta porque están haciendo cosas que, paulatinamente, contribuirán al desmantelamiento de la sanidad pública”. Las denuncias de esta movilización, que se repite el tercer domingo de cada mes, tuvieron hoy un objetivo concreto: frenar las desviaciones que se están produciendo desde lo público hacia lo privado. Así ocurrió en el caso de las donaciones de sangre que, a raíz de un acuerdo entre el Ejecutivo regional y Cruz Roja, pasan a ser responsabilidad de la ONG a cambio de un contrato de 9,3 millones de euros. Por ello, los manifestantes gritaron al Gobierno de la Comunidad de Madrid: “Ignacio González deja de robar con las derivaciones a nuestra sanidad”.
Alfonso Torres es técnico de laboratorio en el Centro de Transfusión de Madrid y denuncia que a raíz del acuerdo con Cruz Roja en su centro“han echado a gente y han regalado autobuses». «Las bolsas que recoge Cruz Roja las lleva al Centro de Transfusión y la Comunidad de Madrid les paga 67 euros por cada una.” Es por eso que Alfonso y los que acudieron a la manifestación insisten en que “hay que donar en hospitales públicos pero en la Cruz Roja no”.
“Conozco casos de desviación pero hay que demostrarlo”, confirmó Francisco Javier Madrid, enfermero. “Todos los días hay pacientes y compañeros que te cuentan casos por lo que se están poniendo reclamaciones”, añadió. Francisco Javier declaró que algunos pacientes admitían estar en listas de hospitales privados ya que tan solo tendrían que esperar quince días para la operación frente a los seis meses de espera en el sistema sanitario público. También denuncian casos de centros de salud mental donde, como contó Virginia Rodríguez, psicóloga clínica, “se están cerrando centros de salud mental que había por los barrios para centralizarlos y hacer listas de espera más largas, además los puestos que quedan vacíos por bajas o jubilaciones no se renuevan”.
La Plataforma de Usuarios y Pacientes en Defensa de la Sanidad Pública recomienda que, antes de aceptar cualquier derivación a un centro privado, los pacientes consulten a su médico y pidan explicaciones de por qué se hace así: «Está en su derecho».
Fuente: InfoLibre