- La Organización Médica Colegial ha recibido “múltiples denuncias” cruzadas sobre la junta directiva
- Los cargos de esta institución llevan meses enfrentados y con los estatutos paralizados
- Guerra en el Colegio de Médicos
- Los médicos eligen representante bajo la sombra de opacas relaciones comerciales
La guerra en el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), el más numeroso de España con casi 40.000 colegiados, empieza a cobrarse víctimas, al menos en forma de expediente. La Organización Médica Colegial (OMC), el órgano que agrupa a todos los colegios del país, ha expedientado hoy a la presidenta, Sonia López Arribas, y a la vicepresidenta, Ana Sánchez Atrio. Lo ha hecho tras analizar las «múltiples denuncias» recibidas por ambas partes y que afectaban a aspectos deontológicos, según ha asegurado en un comunicado.
La OMC se ha reunido hoy en asamblea general extraordinaria para abordar la situación en el Colegio de Madrid y ha aprobado abrir expediente, además de a presidenta y vicepresidenta, al secretario, Emilio Villa Alcázar. “La asamblea ha tomado esta decisión tras conocer el informe del juez instructor del caso, nombrado por la propia asamblea general el pasado 15 de diciembre”, señala la OMC en la nota de prensa. El instructor ha estudiado más de 500 folios de documentación en los que se recogen las denuncias presentadas por ambas partes y el informe consultivo de la Comisión Central de Deontología y el de la asesoría jurídica de la corporación, añade.
La asamblea, formada por los presidentes de los 52 colegios médicos de España y los representantes de las nueve vocalías nacionales, han votado si se admitían las denuncias y se incoaba expediente. En la guerra interna de médicos contra médicos del colegio madrileño es la presidenta la que se enfrenta al resto de la junta directiva, lo que queda de ella, porque varios de sus miembros han ido dimitiendo a lo largo de los meses. En octubre se modificaron los estatutos que rigen el funcionamiento de la institución. Sin embargo, el nuevo texto aún no ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid como es preceptivo, por lo que aún no es oficial.
La asamblea de la OMC también ha aprobado hacer una declaración pública: “Lamentar profundamente los últimos acontecimientos acaecidos en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid. Distintas fuentes consultadas por este diario describen la situación de la institución madrileña como “ingobernable” desde hace muchos meses y hablan del “lamentable espectáculo” que está ofreciendo la junta directiva, elegida en mayo de 2012.
La nota de la OMC recuerda que “no puede interferir en el funcionamiento institucional” de un colegio, pero que quiere “de una forma clara, hacer una llamada al sentido de la responsabilidad y a la generosidad de cargos directivos y colegiados para desbloquear esta situación”. Se trata, añade, de “propiciar un marco adecuado para garantizar el necesario servicio a la sociedad” de la profesión a través de los colegios. “Apelamos a este espíritu de servicio que nos anima a todos cuando asumimos la responsabilidad de representar a nuestra profesión”, insiste.
La presidenta, la psiquiatra militar Sonia López Arribas, lleva meses aguantando en su cargo pese a que, basándose en acusaciones de “deslealtad”, tiene en contra a los otros ocho miembros de la junta directiva. Unos y otros se han retirado las tarjetas de crédito con las que se pagan los gastos de representación. Los miembros de la junta llegaron a enviar una circular interna a los trabajadores para que no dieran trámite a ninguna orden o notificación de López Arribas “si no llevaban, al menos, la firma de otro miembro más de la junta”. La presidenta acudió a la OMC porque considera que la han despojado de las funciones propias de su cargo.
Los médicos, obligados a colegiarse, nunca han mostrado excesivo interés por las elecciones a su colegio profesional. Han venido votando dos de cada diez, aunque en los últimos comicios, de mayo de 2012, apenas lo hizo el 13% del electorado. Esas elecciones, de las que salió ganadora la candidatura de López Arribas ahora dividida, estuvieron marcadas por las acusaciones sobre el apoyo de una empresa.