Carlos Fonseca periodista y escritor (autor entre otros títulos de “Trece rosas rojas”), ha elaborado un excelente relato sobre el asesinato de Yolanda González (militante de la organización trotskista Partido Socialista de los Trabajadores), ocurrido el 2 de febrero de 1980, a manos de militantes del partido fascista Fuerza Nueva con la colaboración de miembros de los aparatos del Estado.
Desde este espacio quiero agradecer a Carlos Fonseca su trabajo y el rigor con el que lo ha llevado a cabo. Me tocó vivir esta dramática historia muy cerca de los acontecimientos (tan cerca que estuve reunido con Yolanda en nuestro local un par de horas antes de su asesinato). No sé de donde saqué las fuerzas -las horas posteriores al crimen- para contar a mis compañeros, que el cuerpo de Yolanda había aparecido tirado en medio de un descampado con dos tiros en la cabeza y otro en el brazo. Mis recuerdos de aquellas jornadas son borrosos, creo que en mi cabeza se agolpaban un montón de sentimientos contradictorios. Me parecía vivir en un mal sueño.
Pero la importancia del libro, en mi opinión, no reside solo en conocer los hechos, sino en sacar conclusiones de fondo. Carlos Fonseca, con este libro, desmonta varios mitos de la llamada “transición democrática”. El primero de ellos, que los grandes protagonistas no fueron ni el Rey, ni Adolfo Suárez, ni Santiago Carrillo, ni Felipe González; sino la gente. Los millones de trabajadores y estudiantes que durante años lucharon contra el franquismo. El segundo mito es que la transición fue un proceso pacífico y controlado. No es cierto, hubo centenares de muertos, asesinados y momentos de gravisimas crisis políticas. Por último, y este factor es analizado con múltiples datos y hechos en este libro, Carlos Fonseca establece una relación íntima entre el viejo régimen franquista, los aparatos del Estado (policía, guardia civil y jueces), y los autores directos del crimen.
Para las personas que no vivieron estos hechos o que incluso no habían nacido, este libro puede resultar esclarecedor. También encontrarán sus paralelismos con la situación actual. Al fin y al cabo la democracia de 1980 o la democracia de 2018 siguen teniendo los mismos dueños. Algunos apellidos se han venido sucediendo y reproduciendo a lo largo de los últimos cuarenta años. Basta ir a los consejos de administración de los bancos, del IBEX o a las bancadas parlamentarias de los partidos de las derechas.
Jesús Jaén
“No te olvides de mí”, de Carlos Fonseca. Editorial Planeta, 2018.
