La municipalización de Bicimad reduce 630.000 euros los costes de personal a la vez que se mejoran los salarios

50 de los 68 trabajadores de Bonopark fueron contratados por la EMT, pero la empresa municipal no absorbió a los directivos lo que suponía un ahorro de más de 800.000 euros

Los operarios de Bicimad que ahora son personal municipal, han mejorado sus condiciones laborales con una subida salarial que pasará de los 18.000 euros anuales en 2016 a 24.000 en tres años

La comisión de investigación por la cesión del contrato a la EMT por 10,5 millones celebra este viernes su tercera sesión

Desde que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) del Ayuntamiento de Madrid se hiciera con el contrato de gestión del servicio público de bicicletas Bicimad se han abaratado los costes de personal. La cesión del contrato que Ana Botella adjudicó a Bonopark ha reducido los costes de recursos humanos en 636.292 euros. A su vez, los trabajadores han mejorado sus salarios.

El coste de la plantilla de Bonopark, de 68 personas, en 2016 antes de la cesión fue de 2.146.303 euros, según los datos facilitados desde el Consistorio. Tras la adquisición del servicio, la EMT asumió la subrogación de un total de 50 trabajadores. La empresa pública no absorbió a los directivos porque la entidad municipal “tiene personal suficiente y recursos humanos para dar cobertura al servicio”, explican desde el Ayuntamiento a este diario. El ahorro de este personal directivo suponía anualmente más de 800.000 euros.

Solo los sueldos de los cinco directores de Bonopark (director general, director comercial, director financiero, director de marketing y director de operaciones) suponían un gasto anual de 362.000 euros, a los que se sumaban otros jefes y responsables de secciones.

En 2018, el coste de la plantilla que asumió la EMT al hacerse con el servicio, supondrá 1,5 millones de euros, lo que supone un ahorro de 636.292 euros respecto a 2016. Se pasa de más de 800.000 euros de ahorro en 2016 a 600.000 en 2018 porque los operarios de BiciMad acordaron que alcanzarían el salario mínimo que cobran los trabajadores de la EMT. De los 18.000 euros anuales que cobraban con Bonopark en 2016, pasarán a 24.000 euros anuales, en un periodo de tres años, es decir 2019. Por tanto, la cesión supone un ahorro en recursos humanos de más de 630.000 euros a la vez que los empleados han mejorado sus condiciones laborales. Si se tienen en cuenta los 10 años de cesión del contrato de Bonopark, el ahorro podría superar los 5 millones de euros.

Los 10,5 millones por el contrato

La comisión de investigación por la cesión del contrato de Bicimad, que costó al Ayuntamiento de Madrid 10,5 millones, celebra este viernes su tercera sesión. Este coste ha levantado ampollas en la oposición, que lo considera desmesurado. Hasta el PSOE, socio de gobierno, votó con PP y Ciudadanos para su creación.

El Partido Popular del Ayuntamiento de Madrid, además, se querelló el pasado mes de enero contra la concejala de Movilidad y Medio Ambiente, Inés Sabanés, y el gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia, al considerar que hubo malversación de caudales públicos y prevaricación en el precio por el que el Consistorio adquirió el servicio. La querella ha sido admitida a trámite y la jueza investiga los contratos aunque aún no ha llamado a nadie a declarar.

El PP considera que el servicio de Bicimad se compró “a un precio muy superior al real”. Se basa en que, en octubre de 2015, Bonopark anunció al Ayuntamiento de Madrid que estaba al borde de la quiebra, ya que tenía pérdidas mensuales de 300.000 euros. La firma navarra solicitó entonces un reequilibrio económico por 3,6 millones de euros. De lo que se olvida el PP y su portavoz municipal José Luis Martínez Almeida es que además de esos 3,6 millones, la empresa también solicitó medio millón más al año. Por tanto, la solicitud de reequilibrio de Bonopark ascendía en total a los 8,8 millones.

La empresa navarra, en un escrito presentado ante la jueza que investiga el caso, aseguró que cuantificó la cesión del contrato en 16,7 millones cuando la Empresa municipal de Transportes (EMT) planteó hacerse con él. El Ayuntamiento de Madrid no aceptó esta oferta y pagó finalmente 10,5 millones.

Fuente: El Diario / Fátima Caballero

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