La Cámara de Cuentas de Madrid desvela que en 2011 y 2012 el Centro de Transfusión, sin justificar, no pasó la factura al centro por los productos hematológicos.
Asimismo, el órgano fiscalizador recalca que “no ha quedado debidamente justificado, en la documentación aportada, dicha excepción”. Más al ver que el 3 de abril de 2013 la Dirección General de Gestión Económica y Compras de Productos Sanitarios y Farmacéuticos del SERMAS comunicó al Centro de Transfusión que pasara la factura a estos centros concertados para reclamar lo entregado en ese 2013, así como “también los ejercicios no prescritos”.
Sin embargo, la excepción fue la Fundación Jiménez Díaz. Y todo “por motivos que no han quedado acreditados en el curso de la fiscalización”. De esta manera, en 2011 y 2012, cuando el Ejecutivo de Aguirre debía reclamar “la realización de productos intermedios, esto es, servicios y productos de los bancos de tejidos, actividades y servicios de hemoterapia y transfusión, servicios de unidades de referencia de enfermedades genéticas e inmunológicas solicitados por los mismos, que hasta esa fecha no eran facturados”, el centro madrileño contaba con barra libre.