Las cargas del celador

Delegadas del MATS hablan sobre la situación de las celadoras y celadores en el Ramón y Cajal

Carmen y Toñi son dos celadoras delegadas sindicales del MATS en el hospital Ramón y Cajal. Ellas nos cuentan de primera mano cuál es la situación que está viviendo este colectivo de trabajadoras y trabajadores en este centro hospitalario. También participó en esta conversación Leticia, otra delegada sindical y pinche de cocina

-P.: ¿Qué está pasando con la plantilla de celadoras y celadores del Ramón y Cajal en la actualidad?

– C.: El personal existente esta por debajo de las necesidades para dar una buena calidad asistencia. Actualmente la plantilla orgánica es de 380 celadores/as cifra que el Sermas cree adecuada para dar una buena cobertura asistencial y ahora mismo el total de efectivos son 367, con lo cual ya estamos por debajo de los mínimos necesarios con un déficit de 3,5%, que el propio SERMAS sugiere. Desde el 2012 empiezan a no renovar contratos, de trabajadores que se jubilan, fallecen, cambian de trabajo…..por lo que la dotación de efectivos sufrió un descenso vertiginoso. Añadido a esto lo que está pasando en la actualidad, es que dicha plantilla, además de estar más envejecida, tenemos a unas 66 personas de mínimo esfuerzo (que muchas son como consecuencia de accidentes laborales), lo que significa que no pueden realizar todas las tareas propias de la categoría con lo cual, al ser menos, el trabajo específico de hospitalización repercute en el resto.

Ha aumentado la siniestralidad laboral, ha pasado de 13.69% en 2015 al 21,67 en 2016 y en lo que llevamos de año y hasta septiembre de 2017 ya llevamos el 20,83%. Tanto las enfermedades comunes como dichos accidentes laborales no se cubren de inmediato algunas a los 15 y otras ni siquiera. En celadores no tenemos reconocida ninguna enfermedad laboral a pesar de que como consecuencia de esfuerzos tenemos compañeros que han sufrido infartos, hernias discales, roturas de hombros, síndrome del túnel carpiano, etc … Pero nada se reconoce como enfermedad laboral.

– T.: También ocurre que al tardarse tanto al cubrir las bajas llegan casi a la vez la persona que sustituye y la persona que causo baja.

– C.: En reuniones mantenidas con la dirección se nos ha informado que antes se cubría el 40% de las bajas y actualmente se cubre entre el 70 u 80%. Por nuestra parte le hemos comentado que si la plantilla ya está escasa y no se cubre el 100%, el personal se va sobrecargando y cada vez se producirán mas bajas por lesiones.

– T.: Hay compañeras que vienen medicadas y no con un paracetamol precisamente, si no con cosas más fuertes si no fuera por esto no podrían venir a trabajar. Además de la parte física hay que tener en cuenta la parte psicológica –emocional que es muy alta. Por otra parte la dirección de RR.HH. ha reconocido que pinches de cocina y celadores tenemos la mayor carga física de trabajo.

-P.: Desde el 2012 que decías tú que se dejó de renovar contratos, la plantilla en porcentaje ¿cómo está en relación a ese año?

– C.: Pues hemos perdido entre 39 y 40 celadores, lo que supone más de un 10%.

– P.: ¿Con qué plantilla funcionáis ahora?

-L.: Con 40 personas menos que hace unos años. En el 2006 la plantilla orgánica era de 406 trabajadores, ahora como ya hemos mencionado, 380 y en efectivos presénciales 367.

– P.: ¿Con qué plantilla deberíais trabajar?

-C.: Por la tarde un mínimo de 18 o 20 más y cuatro más para quirófanos, un total de 24 personas aproximadamente. Y por la mañana se perdieron unos 30 sin contar con los de quirófano que calculamos que podrían ser entre 4 y 6 personas más.

– P.: Además de la disminución de la plantilla la precariedad en los contratos también habrá aumentado.

-T.: Sí, hoy nos hemos encontrado con un compañero que le acababan de hacer un contrato para cubrir una baja que le puede durar 15 días, 3 mese o 3 días. Además, hay que sumarle la calidad del paciente, puesto que la población va envejeciendo y necesita de más cuidados.

-C.: Desde la dirección nos han informado que iban a contratar personal, para poder dar los días generados durante todo el año. Es decir, personas contratadas por jornadas para suplir a trabajadores y trabajadoras que tienen que librar los días que les quedan pendientes de disfrutar. En la categoría de celadores/as el hospital tiene un débito de 538 días que se traducen en 18 mensualidades.

– P.: Las consecuencias que tienen para celadoras y celadores, además de las físicas de las que ya hemos hablado ¿cuáles son?

 – T.: Como ya hemos comentado con anterioridad, la carga psicológica es muy fuerte.

– C.: El estrés. Hay muchos compañeros y compañeras que tienen que bajar a urgencias por ataques de ansiedad.

-T.: Es que imagínate, a ti te mandan a una planta y tardas el tiempo estrictamente necesario. Te llaman por teléfono o a través de un busca y te encargan que hagas otro servicio en otra planta. Cuando llegas a dicho servicio, con un retraso considerable, enfermería está enfadada, los pacientes están enfadados y sus familiares más. Todo el mundo descarga contra tí, culpabilizándote del retraso y tienes que explicar que vienes de otro u otros servicios.

-C.: Además donde había dos personas ahora hay sólo una, por lo que la carga de trabajo es doble y no se puede llegar a más. La gente se agobia muchísimo porque quiere y no puede.

P.: Para los usuarios será una situación muy desagradable ¿no?

 -T.: No solo desagradable, sino que en algún caso puede ser factor para el deterioro del paciente si no es atendida la necesidad en el momento preciso. Un ejemplo, en alguna ocasión hay plantas, sobre todo por la tarde, que no se han podido levantar a los pacientes por falta de celadores/as. O se acuestan con un retraso acusado que también perjudica enormemente al paciente.

-C.: O no se han lavado a los enfermos alguna mañana y han tenido que ser las auxiliares quienes han tenido que realizar el aseo solas.

-T.: Ante determinadas situaciones por falta de personal desde la dirección se han dado instrucciones de dar prioridad a: quirófanos, UVI’s, pruebas y, por últimos, los pacientes encamados, por este orden.

– P.: ¿Tenéis muchos enfrentamientos con las usuarias y usuarios directamente?

 -T.: Sí claro, pero procuramos que no los haya. Por la tarde, sí sabemos que hay más conflicto.

-C.: Muchas veces les decimos que pongan una reclamación, pero ellos te contestan que no quieren perjudicarnos, que saben que hacemos todo lo posible. Les da pena ponernos reclamaciones porque piensan que van en contra nuestra, cuando sería todo lo contrario, nos viene bien que se quejen para que se den cuenta de la falta de personal que hay.

-T.: Molesta mucho a supervisoras, a jefes…etc que orientemos a los pacientes y familiares donde esta situado el servicio de Atención al Paciente, donde podrían dejar la queja por escrito. No sienta nada bien. Pero nosotras se lo seguimos diciendo a los usuarios que si no están de acuerdo, no es necesario poner una denuncia, simplemente decir que esto no funciona bien.

– P.: ¿Y esto tiene algo que ver con la productividad?

 -C.: ¿La productividad de quién? ¿Nuestra o de los jefes? A nosotras no nos van a pagar la productividad entera, ni siquiera la cantidad que cobramos el año pasado, porque no se han llegado a cumplir los objetivos que impone el Sermas. Según nos han informado. Este hospital no ha llegado a lo pactado, que por otra parte es algo que casi ningún profesional del hospital conoce, no se sabemos cuáles son los objetivos que se tiene que cumplir cada unidad. El imcumplimiento de objetivos viene dado según la dirección, en la recepción de pacientes o sea lo referente a la lista de espera, tanto quirúrgicas, como de pruebas…Nuestra dirección argumenta que han disminuido las listas de espera en un 25%, pero la realidad, es que somos el segundo hospital por la cola en cumplimiento de estos objetivos y se corresponde con el número tan elevado de pacientes pendientes de pruebas o cirugías que tiene este hospital, ya que somos el 2º en mayor número de pacientes en espera de toda la Comunidad de Madrid.

Por consiguiente, los objetivos conseguidos son alrededor 70,8% que marca la Consejería. Pero, eso sí, insisto, no sabemos a qué objetivos se refieren, para poder llegar a cobrar el 100% de lo que nos corresponda del pastel.

En la plantilla de celadores y celadoras, no se pueden soportar más carga de trabajo, muchas veces me pregunto ¿qué pensarán cuando vean la nómina y les digan que no cumplen el 100% de los objetivos?. No paran de trabajar, sufren estrés pero, según la Consejería, no cumplimos los objetivos. Si desde las direcciones, se pide más plantilla, les baja a los directivos su productividad porque no están ahorrando a la Administración. Y todo ello, sin saber tampoco que productividad se embolsa la dirección del hospital. Lo que podemos resumir es que cobran más dinero a costa de más carga de trabajo de los demás, en este caso de los celadores/as aunque también del ahorro en personal de otras categorías

– P.: Desde la sección sindical del MATS del Ramón y Cajal ¿qué estáis planteando?

– T.: Estamos insistiendo muchísimo en que contraten. Hay muchas bajas sin cubrir por enfermedad y lesiones. Durante el mes de octubre fuimos dos veces a hablar con el Director de RRHH: el primer día conseguimos arrancarle tres contratos de tarde exponiendo la realidad, que no podía haber una plantilla de 15 celadores para cubrir 500 pacientes, en la segunda visita ya tenían previsto el contrato de otras tres personas. Se pidió una Evaluación de Riesgos para este colectivo, al no haber respuesta por parte de la dirección hicimos una petición al Servicio Regional de Prevención de Riesgos Laborales con los cuales hemos tenido varias entrevistas y han hecho dos visitas al hospital estando pendiente un informe por su parte. Se han denunciado constantemente ante los Medios de Comunicación y sobre todo a través de Redes Sociales. La política sigue siendo reducir las nuevas contrataciones. A día de hoy se sigue trabajando bajo mínimos.

– P.: ¿No creéis que la finalidad última es hacer desaparecer el Ramón y Cajal?

-T.: Llevan muchos años intentándolo, incluso hace unos años se habló de vender el terreno. El RyC está muy cerca de La Paz: dos grandes hospitales que están muy cerca aunque cubramos poblaciones diferentes. Pero el Ramón y Cajal está muy lejos del área que cubre. El terreno es muy goloso y no sería descabellado tirar el hospital, reubicar a su personal y sus usuarios.

– P.: ¿Qué recomendáis a los trabajadores que se encuentran en una situación de sobrecarga de trabajo?

– T.: Que se cuiden sobre todo lo que puedan y esté en sus manos. Que llamen a salud laboral. Que vayan al ritmo que tienen que ir para atender bien a los pacientes, que no se hagan sobreesfuerzos que les puedan producir lesiones, que lleven las camas entre dos personas y con cuidado, sobre todo en las urgencias que a pesar de que son nuevas, están mal diseñadas o no son las adecuadas para este servicio. Cuando se llevan dichas camas por el cabecero hacia atrás las ruedas te pillan los pies, porque están mal diseñadas, además no caben bien en los ascensores al tener unas barandillas muy aparatosas quedando poco espacio para el celador y, a veces, el familiar.

Y si tienen que protestar, que lo hagan de forma activa. Estamos allí (en la Sección Sindical) para apoyar y orientar, pero es la persona o las personas afectadas las que tenemos que luchar por nuestros derechos.

– P.: ¿Sois los celadores una especie en peligro de extinción?

– C.: Sí, si les dejamos. Recordemos la lucha por la defesa de las 26 categorías de personal no sanitario. Y quién la ganó. Gracias a la persistencia de Mats y la defensa firme de las personas que nos apoyan en la Asamblea de Madrid se consiguió derogar el Art.13.2 de la Ley 4/2012 sobre la esternalización de los servicios no sanitarios.

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