“Las camareras de piso estamos en una situación de semiesclavitud”

La presidenta de ‘Las Kellys’ denuncia en esta entrevista la cesión ilegal de trabajadores en el sector de hostelería y la inacción de los sindicatos, cuyas medidas -dice- han sido “totalmente insuficientes”.

PSOE y Podemos recibieron el pasado jueves en el Congreso al colectivo de camareras de piso ‘Las Kellys’ para escuchar sus reivindicaciones. El nombre de la asociación, creada hace unos meses responde a un juego de palabras “la Kelly, la que limpia”, en su caso limpiadoras de hoteles. Nuevatribuna ha charlado con su presidenta, Myriam Barros, de la agrupación de Lanzarote, que nos ha contado cuál es su situación y las acciones que están llevando a cabo para recuperar sus derechos laborales.

¿Con que sensación os fuisteis del Congreso de los Diputados?

Myriam Barros | La verdad que, con muy buenas sensaciones. Como sabéis, el PSOE había presentado una proposición de ley para modificar el art 42 del Estatuto de los Trabajadores. A nosotras nos parecía que esto se quedaba un poco corto y lo que proponíamos era acotar la externalización de la actividad cuando esta sea la actividad principal de la empresa. Nos han dicho que si presentamos esta nueva propuesta habría que anular la anterior, y había la posibilidad de que no saliera aprobara y tendríamos que empezar todo otra vez. Por lo que, la posibilidad que nos ofrecen es presentar alguna enmienda con nuestra propuesta. En lo mismo quedamos con el grupo parlamentario de Unidos Podemos. En esta línea se muestran dispuestos a colaborar y en este sentido hemos salido bastantes contentas.

Entonces, ¿prohibir las externalizaciones cuando la actividad o el servicio sea la actividad principal de la empresa sigue siendo vuestra principal reivindicación?

Claro. Es que cuando se externalizan los servicios nosotras perdemos toda clase de derechos, incluso se devalúa el salario hasta la mitad en muchos casos, y lo peor de todo es que perdemos representación sindical. Las empresas externas no tienen representantes sindicales porque tú, para pertenecer o poder apuntarte a una lista sindical, tienes que llevar un mínimo de seis meses en la empresa y en las empresas temporales se están haciendo contratos de semana en semana o de mes a mes, por lo que es completamente imposible y nos quedamos desprotegidas sin que nadie nos defienda. Nos están quitando un derecho fundamental como la representación sindical. La externalización se está extendiendo por las pequeñas empresas y por las grandes cadenas, es algo generalizado y que, si no frenamos en poco tiempo, se convertirá en algo normal y no solo para las camareras de piso porque va a empezar a afectar a otros gremios.

¿Cuáles son vuestras condiciones laborales?

Aquí hay un abanico muy amplio, porque tenemos hoteles que cumplen el Convenio, los hay que no los cumplen, tenemos hoteles que están externalizados… Nos podemos encontrar con 5 camareras que cada una tiene un sueldo diferente, que se están aplicando categorías diferentes, con contratos de peón de limpieza, auxiliares, aprendices…, cuando realmente son camareras de piso. Con esos contratos lo que hacen es ponerles 2 o 3 categorías por debajo y pagarles muchísimo menos.

¿En qué horquilla de sueldos os encontráis?

Podemos hablar que cobres por productividad 1 euro o 2 por habitación. Tu sueldo puede variar de los 700 euros a los 1200-1300 en algunos casos, pero eso dependerá de quién te haya contratado, de si se te aplica el convenio sectorial, si se te aplica el convenio de empresa…, y lo que nos encontramos es ante una gran cesión ilegal de trabajadores y ante fraudes en la contratación, porque se van encadenando contratos seguidos disfrazando una temporalidad que no existe.

Dices que podéis llegar a los 1.200 euros, pero para eso imagino que os tenéis que dejar la espalda trabajando…

Exactamente. Estamos trabajando una media de entre 20-25 habitaciones por día y, cuando tu llevas este ritmo es imposible, está afectando a nuestra salud, es un tema ya de salud. Ni siquiera estamos pidiendo que se nos aumente el sueldo, sino que se reduzca la carga de trabajo, es que no podemos, estamos enfermando, estamos viendo que las mujeres no llegan a jubilarse, tienen que cogerse bajas antes o tienen que prejubilarse y esto lo que hace es que perdemos en nivel adquisitivo en el peor momento de nuestra vida que es cuando estamos mayores y es cuando más lo necesitamos. Y luego, los hoteles que no están externalizados, lo que hacen es que, mientras antes te contrataban a 8 horas, ahora te contratan a 5 pero te ponen la misma cantidad de trabajo que si estuvieras 8 y te pagan por 5 y encima te obligan hacer horas complementarias aumentándote la carga de trabajo, es una situación que calificamos de semiesclavitud total.

¿Qué ha pasado con los Convenios, se están renovando?

Cada provincia tiene su convenio. En diciembre hemos firmado el Convenio de Hostelería de Las Palmas, actualmente se está negociando el convenio de Barcelona y Benidorm, el de Madrid está completamente parado. En las ciudades donde se está negociando el convenio lo que hacemos como asociación es reunirnos con esos sindicatos, presentarles nuestra propuesta, nuestras mejoras, porque creemos que tienen que mejorarlos los propios sindicatos que son quienes están negociando si incluyen o no esas propuestas.

¿Por qué motivo habéis decidido emprender esta lucha al margen de los sindicatos?

Quizá por lo que te comentaba antes. La mayoría de las camareras de piso estamos externalizadas y esto ya nos impide el contacto o el desarrollo sindical, es algo que ya en una empresa externa no existe, y también el descontento por la labor de los sindicatos en los últimos años. Esto es algo que está muy presente en las camareras de piso, que no nos sentimos representadas, que creemos que las medidas que han tomado los sindicatos han sido totalmente insuficientes y que han permitido que nosotras estemos actualmente en esta situación. El mensaje que enviamos a los grandes sindicatos, en este caso, es que cambien el chip, que empiecen a apoyarnos, que lo que estamos reclamando es un tema de justicia y ellos son los primeros que deberían apoyarnos.

Pero, ¿os reunís con ellos periódicamente?

Sí, sí. En cada ciudad nos hemos reunido con ellos, por supuesto, y la postura de los sindicatos varia también según la ciudad. Te puedo decir que en Canarias tenemos una muy buena relación con los sindicatos, pero en Madrid y en Barcelona la cosa está un poco más tensa porque ellos nos ven como rivales. Nosotras somos una asociación que no pedimos que te afilies o que nos pagues una cuota sindical para ayudarte, esto tampoco les gustó mucho porque ellos pierden afiliados. Creemos que nuestra labor hace falta porque no solo estamos prestando asesoramiento laboral sino también estamos haciendo un acompañamiento a la persona, estamos haciendo un sindicalismo más cercano y pensamos que cuando estas mujeres se encuentran en esta situación lo que necesitan es apoyo, que se les diga ‘oye, que yo estoy en la misma situación, que la culpa no es nuestra’, y que no estamos haciendo nada malo, simplemente estamos reclamando derechos y que si lo hacemos juntas tenemos más posibilidades de ganar.

¿Y ese apoyo no lo habéis encontrado y por eso habéis decidido ir por libre?

Claro. Cuando tú vas a un sindicato ellos te arreglan la papeleta en el tema burocrático, pero luego se olvidan de ti, y nosotras necesitamos el apoyo psicológico, porque hay mujeres que llegan en un estado lamentable.

¿Como se origina vuestro movimiento, cuando empezáis a organizaros…?

Nos conocimos hace un año en las redes sociales y se creó un grupo de Facebook donde camareras de todas España entrabamos y contábamos los problemas que teníamos. Un día, un grupo nos dimos cuenta que si queríamos arreglar la situación aquello no se podía quedar solo en Facebook y hablarlo entre nosotras, sino que había que contarlo a todo el mundo, contar verdaderamente la situación porque veíamos que los sindicatos no estaban contando realmente el problema y una vez que nosotras decidimos organizarnos y contar el problema parecía que todo el mundo se echaba las manos a la cabeza y no creía lo que estábamos contando. Decían que eran casos puntuales. Hace poco, escuchamos las declaraciones de un inspector, de aquí, de la península, diciendo que ellos se enteraron del problema de las camareras de piso hace un año, cuando nacieron ‘Las kellys’, y que les pareció un escándalo, y que cuando tuvieron conocimiento del problema actuaron. Y esto es verdad, porque la asociación lo ha notado, se ha notado desde que hemos nacido que la Inspección de Trabajo ha pegado un cambio y ha tenido en menos de un año más de 40 actuaciones. ¿Por qué esto no se ha producido antes? ¿Por qué estas denuncias no las han realizado los sindicatos? ¿Por qué unas mujeres organizadas, sin ninguna clase de infraestructura y ninguna subvención consiguen sacar a la calle un debate que clamaba al cielo, que es totalmente de justicia y los sindicatos, con todo lo que tienen, no lo han hecho hasta ahora? ¿Qué intereses había en que esto se mantuviera oculto? Si a partir de ahora los sindicatos deciden apoyarnos, luchar realmente por las camareras de piso, aquí nos tendrán y pelearemos con ellos por la lucha que tenemos en común, pero nosotras estamos suficientemente capacitadas para decir lo que nos duele y creemos que todo este tiempo ellos no han sabido decir lo que nos dolía, cuáles son nuestros problemas, y por eso estamos así.

¿Sentís que hasta que no habéis levantado la voz y habéis empezado a amplificar el problema en los medios de comunicación eráis invisibles?

Totalmente, y ese era uno de los objetivos, salir de esa invisibilidad y parece, que poco a poco, lo vamos consiguiendo, porque ya todo el mundo habla de las camareras de piso, todo el mundo sabe que tenemos un problema, incluso hemos empezado a concienciar a los clientes para que se preocupen en qué condiciones están los trabajadores cuando van a un hotel de vacaciones.

¿Cuántas sois a nivel estatal y cómo os organizáis?

Somos unas 2.000 camareras. Trabajamos con grupos de trabajo en cada ciudad que se gestiona internamente. Tenemos abogados, tenemos psicólogos, y esta es la ayuda que estamos prestando a las que se acercan a nosotras. Yo pertenezco a Lanzarote, el último grupo que se ha incorporado es el de Las Palmas. El día 30 de mayo incorporaremos un nuevo grupo en Pamplona y nuestra intención es extendernos a todos los lugares turísticos y llegar a cuantas más mujeres mejor.

¿Cuáles van a ser vuestras acciones a futuro?

Seguiremos con las protestas delante de los hoteles, seguiremos reuniéndonos con los políticos para hablar no solo del tema de la externalización sino también para regular la carga de trabajo, que se reconozcan nuestras enfermedades laborales, y para que se reduzca la edad de jubilación, pero no como se ha propuesto recientemente por los sindicatos y la patronal canaria que han pedido al grupo de Nueva Canarias que le exija al gobierno de Rajoy para aprobar los Presupuestos que aprobaran la jubilación anticipada para camareras de piso a los 60 años con 25 años cotizados. Esto nos parece una locura, porque cuando tú trabajas 25 años de camarera de piso a este ritmo, limpiando 20-25 habitaciones por día, cuando cumples 60 años, llegas totalmente destrozada. Queremos una jubilación anticipada, sí, pero una jubilación anticipada con calidad y, por lo tanto, lo que estamos pidiendo es una jubilación anticipada a los 58 o 60 años, efectivamente con 25 años cotizados, pero que los últimos 15 sean como camarera de piso no los 25.

Comentabas que uno de vuestros principales problemas es la salud y las enfermedades derivadas de vuestra actividad. ¿Qué dolencias padecéis?

Únicamente tenemos reconocida la enfermedad laboral del túnel carpiano, pero realmente nosotros padecemos de todo lo que es el sistema musculoesquelético: problemas en los tobillos, en los hombros, en las rodillas, en las muñecas… Padecemos muchísimos problemas de estrés y de ansiedad porque estamos trabajando continuamente bajo presión, esto no se tiene en cuenta en materia de riesgos laborales y seguridad y salud en el trabajo, no se respeta la normativa y nos estamos encontrando con casos verdaderamente sangrantes. Hace poco tuvimos una sentencia muy contundente en Fuerteventura que se sentenciaba a una empresa a indemnizar a una mujer con 90.000 euros por un acoso continuado durante 8 años. Hay muchos casos parecidos, con abuso y acoso, sobre todo cuando las personas son mayores, intentando forzar a estas mujeres a firmar una baja voluntaria porque ya no les son rentables, porque son mayores, quieren sustituirlas por alguna más joven que produzca muchísimo más. Aun así, en estos momentos, hay más de 40 denuncias en la Inspección de Trabajo y más de 20 procesos judiciales abiertos.

¿Se ha agravado vuestra situación a raíz de la aprobación de la reforma laboral del PP?

Por supuesto, es la clave, es lo que ha dado carta blanca a las externalizaciones que han empezado a saltarse la ley por todos lados y que ha provocado que los empresarios que no externalizaban, al ver que las empresas externas se saltaban la ley, pues ellos consideraron que esto era una competencia desleal y han empezado a saltarse también la ley. Por eso, lo que te comentaba antes, el abanico de posibilidades para nuestros sueldos y condiciones es inmenso, porque depende única y exclusivamente del empresario. Por ello, la derogación de la reforma laboral es un objetivo creo que común para casi todos los partidos que no sean el PP y C’s y en este sentido sí que estamos encontrando mucho apoyo.

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