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"El futuro del HUM es la consecuencia de la degradación constante de los hospitales públicos"

El pasado viernes 21 tuvo lugar en el Hospital Universitario de Móstoles una Asamblea de vecin@s y trabajador@s de este centro sanitario preocupados por el futuro que la Consejería le tiene reservado: convertirlo en un centro de media-larga estancia mientras que al Hospital Rey Juan Carlos (uno de los inaugurados por la Sra. Aguirre), de gestión privada, le siguen derivando pacientes, pruebas y… dinero.

Como bien dice esta representante de la recién creada Mesa en Defensa del HUM, otro paso más en el intento de privatizar a base de pequeños pasos, la sanidad pública y dejar en manos de empresas privadas, en busca de beneficio económico, la salud de los habitantes de la Comunidad de Madrid.

ENTREVISTA A UN MIEMBRO DE LA RECIÉN CREADA MESA POR LA DEFENSA DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE MÓSTOLES

– P.: ¿Cuál es la situación actual del Hospital Universitario de Móstoles?

– R.:  La actual situación, en este mes… Para que te hagas una idea hace dos años teníamos 410 camas y ahora tenemos 300; la Unidad de Alta Resolución del hospital se cerró después de haber costado 400.000 euros; los rayos, pruebas diagnósticas, consultas… están al 50% de su rendimiento, se deriva todo a Los Madroños y al Hospital Rey Juan Carlos, que es público de gestión privada, que en su momento fue de Capio, Capio lo vendió a Quirón y en la actualidad está en manos de la multinacional sanitaria alemana Fresnius Helios, que adquirió Quirón Salud por 5.760 millones de euros en 2016.

Todas las operaciones, sobre todo de trauma, artroscopias, oftalmología y otorrino son derivadas en su mayoría allí pero este hospital no tiene urgencias y en muchas operaciones, como tras este tipo de operaciones les envían a casa, si surge cualquier problema derivado de esa intervención se les atiende en las urgencias del

Hospital de Móstoles.

– P.: ¿A qué población atiende el Hospital de Móstoles?

– R.: Tenemos asignadas ahora unas 170.000 cartillas, que incluye la población de Móstoles (excepto tres zonas) y la población de Arroyomolinos. Esa es la cobertura que estamos haciendo actualmente.

– P.: ¿Cómo ves el futuro del hospital?

– R.: El futuro del hospital, no desde hace, desde hace ya tiempo es la consecuencia de una degradación constante como en muchos hospitales públicos. Ahora nos dicen que van a hacer una remodelación y que nos van a dar 17 millones a repartir en 4 años, cosa que no nos creemos demasiado. Porque la remodelación del hospital no es cuestión de dar cuatro brochazos y cambiar cuatro puertas, es una remodelación mucho más en profundidad.

Este es un hospital que fue inaugurado el 25 de junio de 1983, es relativamente nuevo. Pero ha habido una dejadez total en cuanto se abrió el Hospital Rey Juan Carlos. La apertura de este último nos la vendieron como si fuese a ser de gestión pública y, si tenemos en cuenta que la población a la que atendemos llega hasta San Martín de Valdeiglesias, otro hospital era muy necesario. Pero la gestión, que ya te digo, nos la vendieron como pública, tendría que haber sido así. Se potencia a los hospitales con este tipo de gestión cuando no tienen nada que ver con la gestión pública. Por ejemplo, entre los trabajadores, no existe la igualdad de oportunidades que hay en nuestro hospital. En urgencias del Rey Juan Carlos, te estoy hablando de oídas porque a mí no me corresponde ese hospital, son localizadas y sí se puede comprobar porque muchas urgencias importantes, sobre todo de cirugía, que llegan a ese hospital nos las derivan al nuestro porque allí no hay médicos.

Las consultas y los servicios de rayos, ecografías y demás en el Hospital de Móstoles están utilizados al 50%. No se abren las agendas, como pasa en casi todos los hospitales públicos. Yo estoy dando ecografías para el mes de noviembre . Si al paciente le digo que a la semana que viene esa misma ecografía se la hacemos en el Hospital Los Madroños, uno privado que hay en Brunete. Si el paciente , que no sabe cuál es su diagnóstico, lógico, decide irse a Los Madroños.

Además, también como en todos los sitios, no sabemos las pruebas que se derivan porque no tenemos datos oficiales mientras que nuestros servicios están cerrados.

Tampoco puede haber, en la noche, un celador por cada dos o tres plantas. Es imposible.

O un auxiliar que tiene que estar bajando a rayos porque está en la cuarta planta y si hay un rayo urgente tiene que bajar ella porque no hay personal.

– P.: Parece haber un claro desmantelamiento

– R.: Ya te digo que lo hay desde que se abrió el Rey Juan Carlos. Lo que queremos dejar muy claro es que la lucha que llevamos no va dirigida contra los profesionales del hospital. Lo que queremos es que tengamos las mismas condiciones. Si es un hospital público de la Comunidad de Madrid tiene que tener las mismas condiciones que un hospital público.

Piensa que quien está gestionando en la actualidad ese Hospital, Fresnius Helios, es la propietaria de todos los centros hospitalarios que llevaba Quirón en Madrid. Es todo un negocio porque esta empresa también está relacionada con los laboratorios y abastece de material sanitario a nuestro hospital.

– P.: ¿Sirve de material también?

– R.: Que yo sepa el material de laboratorio, el de curas…, se compran a ese laboratorio.

La gestión a la que nos abocan es la misma que hace un par de años se quería crear en el Hospital de La Princesa. Nosotros no nos negamos a tener nuestros pacientes de larga estancia porque la población de Móstoles, es verdad, está envejeciendo. Pero también asumimos a Arroyomolinos que es la población más joven de toda España, con una media de 31 años. A esa población ¿dónde la vamos a mandar a la matrona o al ginecólogo, a Madrid, como en los años 80 cuando luchamos por la construcción de nuestro hospital? Yo tuve que ir a parir a La Paz porque no había hospital en Móstoles. La población de esta localidad está en edad de tener hijos, de tener una asistencia sanitaria joven, con buenos servicios de pediatría también. Es volver atrás, a las luchas que mantuvimos hace 30 años.

Repercute mucho nuestro hospital de referencia para la asistencia a los enfermos de larga estancia o de media estancia es el Hospital Villa del Prado. Es un ejemplo de asistencia y actualmente de gestión. Creo que también se debería implicar.

Nosotros no nos negamos a tener pacientes de media y larga estancia, a lo que nos negamos es que el Hospital de Móstoles quede como un geriátrico y quede como un residuo asistencial y quede para poco más que auxilio social, para personas en estado terminal, personas que no tengan hogar o que, simplemente, no las admitan en el Rey Juan Carlos.

Los tres hospitales que hay en Móstoles y Alcorcón (el nuestro, el Rey Juan Carlos y la Fundación del Hospital de Alcorcón) tendrían que repartirse esta clase de pacientes para que todos pudiésemos ofrecer la misma asistencia con la misma calidad , que los recursos destinados a conseguirla no beneficien exclusivamente a la gestión privada y que la calidad asistencial no quedase solo en sus manos.

– P.: Sí, porque de los tres que has mencionado el único de gestión pública es el vuestro

– R.: El único. Y lo que sabemos que es imposible es que al Hospital Rey Juan Carlos se le revoque el contrato, pero sí que la Comunidad de Madrid les fije y les dé las mismas prestaciones y estemos los tres en condiciones de igualdad. Presumen de que son hospitales públicos, el Rey Juan Carlos y el de la Fundación de Alcorcón, pero que expliquen cómo pueden ser públicos cuando priman el beneficio empresarial.

No puede ser que a los pacientes se les mande de forma coaccionada, diciéndoles que en el Hospital Rey Juan Carlos van a ser atendidos más rápidamente y lo malo es que en la actualidad, en ocasiones, es verdad porque en el hospital público de Móstoles están cerradas las agendas, con lo que no podemos citar a los pacientes. No hay personal.

– P.: Se entiende que cuando envían a alguien al Hospital Rey Juan Carlos, por ejemplo, la primera impresión sea positiva: rapidez en la cita, amplios pasillos, sillas de ruedas que funcionan, hospitales aparentemente limpios y acondicionados… Pero otra cosa son los resultados, ¿no?

– R.: Si en los hospitales públicos, cien por cien públicos, se está sufriendo una falta de personal y de material, si los usuarios y usuarias ven que van a coger una simple silla de ruedas y no rueda… Mira, hemos tenido la bala que lleva de urgencias a los laboratorios tres años estropeada: tú coges la prueba del paciente, la metes en la bala y sube al laboratorio. Pues esa bala ha estado estropeada tres años. Tres años. Durante estos tres años una auxiliar de enfermería ha tenido que estar subiendo al laboratorio las pruebas. Su hay tres y una tiene que estar subiendo y bajando las pruebas, pues ya solo quedan dos.

Todo esto es muy difícil de explicar al paciente. Los que vivimos en el ámbito sanitario lo sabemos pero creo que desde luego lo primordial, lo que es urgente que hagamos, es sacar a la luz todas estas coacciones (la falta de personal y de material lo son) que nos hacen desde la Comunidad de Madrid y darlo a conocer a los pacientes.

– P.: ¿Qué crees que va a representar para la población que atiende el Hospital de Móstoles su desaparición o su reconversión en un centro de media y larga estancia?

– R.: A la Sanidad Pública madrileña, representada ahora en el Hospital de Móstoles, quieren dejarla, aunque suene muy duro, de auxilio social. ¿Qué pasa? No son rentables los pacientes de larga estancia, no son rentables los oncológicos, no es rentable la gente que vive en la calle… Estos, que se vayan a otro sitio, aunque se esté cayendo el techo, con que estén recogidos vale. Y la población que recoge Móstoles y que llega hasta San Martín de Valdeiglesias, unos 470.000 pacientes entre los tres hospitales… Está mucho dinero en juego y es muy bonito que en este caso la gestión privada se encargue de los partos, de las artroscopias y de las cataratas. Y si sale mal, al público.

Lo primero que tienen que hacer para hacer un buen negocio con la privada es desprestigiar a la pública diciendo que no funcionamos, que somos unos incompetentes, que nos vamos a comprar el pan en las horas de trabajo… Es insultante y falso.

En todas las profesiones hay gente más responsable y menos responsable, pero entre los sanitarios y las sanitarias hay que tener en cuenta que quien estudia o quien trabaja en este ámbito tiene conciencia social. La mayoría, siempre hay excepciones, claro.

Llevo 23 años en el Hospital de Móstoles y trabajadores administrativos hemos tenido que hacer el de asistentes sociales porque por la noche no hay, de tener las tilas para los familiares a los que se dan malas noticias, de hacer de acompañamiento… La profesionalidad de este hospital se ha demostrado a lo largo de todos estos años. No estamos dispuestos a que nos degraden ni a que nos digan que somos una porquería. Ya te digo, yo parto de la base que cuando trabajas en el ámbito sanitario eres mucho más consciente de la problemática sanitaria de la población y te pones en el lugar del paciente que acude al centro y te hace sentir y trabajar con un mayor cariño.

Muchas veces, debido a la gran presión a la que estamos sometidos, no podemos más. Pero tenemos que transmitir nuestro trabajo y nuestra implicación no solo a la población de Móstoles, sino a la de toda la Comunidad de Madrid.

– P.: Parece que el objetivo de la Comunidad de Madrid en cuanto a la sanidad está claro: que hospitales como el Rey Juan Carlos se lleve el dinero y que los públicos queden como asistencia residual y asistencial, en plan americano

– R.: Exactamente, tendemos al modelo americano. Y yo creo que lo primero que tenemos que hacer desde todos los ámbitos y todos los que estamos implicados en el sistema sanitario, es concienciar a la población de que como sigamos por este camino los pacientes van a resolverse sus problemas de salud hipotecando sus casas, hipotecando sus vidas porque si no se van a morir. La vida y la muerte van a depender del saldo que tengas en la cuenta bancaria.

Y, que no se nos olvide, la sanidad pública es un derecho ganado con la lucha de todos los que nos han precedido. La sanidad pública existe por las luchas anteriores en el tiempo. Creo que desde todos los ámbitos debemos hacer lo posible para concienciar a la población, explicar que si una radiografía en un hospital público de referencia que le pilla al lado de su casa le cuesta 20 euros y usted se va a una privada, a la Comunidad de Madrid le va a costar 40. La idea que tiene la población es que a ellos no les cuesta económicamente nada cuando les derivan las pruebas diagnósticas o las intervenciones a la privada. Pues sí señor, sí le cuesta. Le cuesta de sus impuestos y que se lo quitan de los hospitales públicos, los suyos, se lo quitan de la educación pública y de los servicios sociales, se lo quitan de la calidad del transporte también público, del arreglo de las ciudades, de la limpieza de las calles… Los que estamos batallando día tras día lo tenemos claro y, aunque sea muy reiterativa, lo primero es extender la conciencia sanitaria entre la población.

– P.: Hablando de conciencia sanitaria, una de las cosas más positivas en vuestra lucha es que estáis juntos tanto vecinos y vecinas como profesionales

– R.: Ayer tuvimos la asamblea y la verdad es que yo estaba un poco reticente porque entre el personal del hospital se percibía como un decaimiento después de tanta lucha, pero ayer en la asamblea hubo una muy buena asistencia, recibimos el apoyo de muchos compañeros y compañeras de otros hospitales y de otros colectivos, contamos con la asistencia de Concejales y representantes del Ayuntamiento de Móstoles, que se pusieron a nuestra disposición.

Se ha creado una Mesa por la Sanidad, en Defensa de la Sanidad del Hospital a la que se ha apuntado muchísima gente. Hemos sacado un comunicado y, como primera medida, saldremos en la Marea Blanca del domingo, asistiremos en masa para llevar nuestra pancarta y nuestros comunicados. Y luego a la semana que viene, el lunes mejor que el martes, vamos a empezar a convocar la primera reunión de la Mesa de Sanidad y ahí decidiremos las acciones a realizar que están basadas en el comunicado que leímos en la asamblea. Estas son las primeras acciones.

Para mí fue muy grato el ver la sala completamente llena y recibir tantos apoyos. Estamos decididos a parar esto no solamente por el Hospital de Móstoles porque sabemos que lo mismo está sucediendo en otros hospitales, por la Sanidad Madrileña.

El domingo día 23 hacemos la 55 Marea. Es verdad que, lógicamente, la participación ha decaído mucho. Desde Lamela, Lasquetty, Güemes… venimos denunciando el deterioro sanitario. Logramos parar el turismo sanitario pero queda mucho por hacer porque desde la Comunidad de Madrid siguen en las mismas: no pudieron llevar a cabo la hoja de ruta de privatización que planificaron en un primer momento pero ahora están llevando a cabo el plan alternativo, por pequeñas píldoras que piensan que serán más fáciles de tragar por la ciudadanía.

Esto es lo que hay que decir claramente a la población, a los ciudadanos, a los pacientes… Yo no puedo decir a un paciente que está nervioso por conocer los resultados de sus pruebas que espere seis meses. No es humano, no le puedo decir que no se vaya a Los Madroños y que espere a que le atendamos nosotros. Yo recomiendo a los usuarios que primero pongan una reclamación en su hospital porque se tienen que ir a Madrid y, en el caso de personas mayores, pedir a un familiar que les acompañe y pierda un día de trabajo. Y que den tres gritos. Porque, casualmente, cuando se encuentran con protestas serias abren una consulta. ¡Qué casualidad!

Es difícil pero hay que inculcar a los pacientes el derecho que tienen a que les hagan las pruebas en su hospital y en un plazo de tiempo lógico porque es posible, que no le atienden antes porque la sala, simplemente, está cerrada.

El año pasado, en verano, nos quedamos con 180 camas. Luego, con la excusa de que los médicos no han pedido aún las vacaciones, tenemos cerradas las agendas de julio, agosto y septiembre, así que si alguien viene a pedir cita le tienes que citar en octubre. Algo absurdo porque sabes que tienen que pedir las vacaciones, pon suplentes y si no está el titular estará otro profesional. ¿Cómo podemos dar una cita para octubre y decirles que vengan a finales de junio a ver si se abren las agendas? ¿Qué sensación da eso? Da una sensación de desidia total, es una de las cosas que tenemos que exigir a nuestras gerencias, que eso no se vuelva a dar. Todos tenemos derecho a irnos de vacaciones pero si el Doctor Pérez no está, estará el Doctor López que le sustituya y que haga que la consulta continúe abierta. La solución es contratar a otro profesional y no hay que cerrar ninguna agenda.

– P.: El proceso que está viviendo el Hospital de Móstoles, como tú has dicho, es similar a lo que sucedió en La Princesa pero también es muy similar a lo que está sucediendo en otros grandes hospitales madrileños como el Ramón y Cajal. Está claro que no es un problema localizado en un centro concreto y no es una problemática que vaya a afectar exclusivamente a unos trabajadores o a una población concreta, sino que es algo que está afectando a todos los madrileños. ¿Cuál crees que es la “frase mágica” para unir de nuevo a la sanidad madrileña?

– R.: Ojalá tuviera una varita mágica. Lo que está claro es que el plan desde la Comunidad de Madrid consiste en privatizar toda la sanidad madrileña. La solución pasa por el apoyo de los vecinos, pacientes… de todos los habitantes de la Comunidad de Madrid. Y para eso se necesita una verdadera red de información y decirle a la población la situación real, de reiterarlo, de hacerlo por las redes, personalmente, poniendo mesas informativas… De hacer una formación escueta del verdadero plan que tiene el gobierno madrileño del PP con la sanidad. Hacer un programa de no más de 10 puntos y salir todos los hospitales públicos y asociaciones, los ciudadanos, sin ninguna clase de protagonismo por parte de nadie. Dar una información clara y hacer acciones fuertes que visibilicen el problema y claras para la población. Y dar cifras exactas, cuantificar el problema porque lógicamente si dices que una prueba le va a costar 20 euros en su hospital y 40 en el privado para negocio de empresas, aunque no salga en ese momento directamente de su bolsillo, lo está pagando con sus impuestos, la Comunidad de Madrid está tirando su dinero.

– P.: Parte del problema radica en esto ¿no? Hacer entender que sí  hay dinero, que ha habido incluso en los peores años de la crisis pero que la cuestión radica en a qué bolsillos va a parar

– R.: Es una medida imprescindible y trascendental explicar todo eso para que desde todos los colectivos sanitarios lleguemos a la población y juntos podamos solucionarlo. Los problemas son comunes en todos los hospitales públicos. Ahora está en el candelero el Hospital de Móstoles pero mañana le va a tocar a otro, no lo dudes, pasa en todos los hospitales públicos y no se puede permitir. Y si tenemos que acampar delante de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, pues acampamos. Pero esto se tiene que terminar. Todo es grave pero jugar con la salud es muy grave. Los dos derechos sociales fundamentales sobre los que se debería sustentar cualquier sociedad democrática son el derecho a la salud y el derecho a la educación.

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